2014-03-20 18:41:56

En el Espíritu de Aparecida


P.Antonio Grande

El Kerygma desde la homilía y la catequesis

(Audio): RealAudioMP3


El renovado encuentro con Cristo, presentó el Documento de Aparecida en 2007, mueve a un renovado anuncio de Cristo. Es el corazón de la misión de la Iglesia a nuestros pueblos. Su estilo tiene que ser positivo y propositivo, para que muchos elijan hacer la experiencia hermosa y gozosa del discipulado misionero del Señor Jesús.

El kerigma, es el primer anuncio del amor misericordioso de Dios Padre, que entrega a su Hijo Jesús para salvar a los hombres del pecado y de la muerte, y por medio del Espíritu Santo dona la vida cristiana en su Iglesia evangelizadora para la vida plena de nuestros pueblos.

Este primer anuncio de la Buena Noticia debe sostener y acompañar el crecimiento en la fe de las personas y la vida de la comunidad cristiana y su misión evangelizadora. La educación en la fe, la catequesis, tiene que incluir las diversas dimensiones de una persona: la humana y comunitaria, la espiritual, la intelectual y la pastoral y misionera. Aparecida en el número 279 enseña:

“En la base de estas dimensiones, está la fuerza del anuncio kerigmático. El poder del Espíritu y de la Palabra contagia a las personas y las lleva a escuchar a Jesucristo, a creer en Él como su Salvador, a reconocerlo como quien da pleno significado a su vida y a seguir sus pasos. El anuncio se fundamenta en el hecho de la presencia de Cristo Resucitado hoy en la Iglesia, y es el factor imprescindible del proceso de formación de discípulos y misioneros”.

Este camino encierra una formación permanente y personalizada que se encarna en el camino histórico que la Iglesia va realizando. El Papa Francisco, a fines de 2013 en el número 143 de La alegría del Evangelio, destacó la actitud materna con que la Iglesia debe realizar su colaboración al diálogo entre Dios y su pueblo, y un medio destacado, la homilía, que los pastores ofrecen en la misa a continuación de la proclamación de la Palabra de Dios.

“El predicador tiene la hermosísima y difícil misión de aunar los corazones que se aman, el del Señor y los de su pueblo… El Señor y su pueblo se hablan de mil maneras directamente, sin intermediarios. Pero en la homilía quieren que alguien haga de instrumento y exprese los sentimientos, de manera tal que después cada uno elija por dónde sigue su conversación”.

Luego, en el número 164 afirma: “Hemos redescubierto que también en la catequesis tiene un rol fundamental el primer anuncio o «kerygma», que debe ocupar el centro de la actividad evangelizadora y de todo intento de renovación eclesial. El kerygma es trinitario. Es el fuego del Espíritu que se dona en forma de lenguas y nos hace creer en Jesucristo, que con su muerte y resurrección nos revela y nos comunica la misericordia infinita del Padre… Cuando a este primer anuncio se le llama «primero», eso no significa que está al comienzo y después se olvida o se reemplaza por otros contenidos que lo superan. Es el primero en un sentido cualitativo, porque es el anuncio principal, ese que siempre hay que volver a escuchar de diversas maneras y ese que siempre hay que volver a anunciar de una forma o de otra a lo largo de la catequesis, en todas sus etapas y momentos”.

Somos invitados a agradecer el anuncio de la fe que hemos recibido en la Iglesia de nuestros mayores, y a valorar el espacio de la homilía en la Misa. Nuestra misión es cultivar el don de la vida cristiana y comunicarla con gozo a nuestros hermanos con gestos y palabras.












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