2014-03-14 13:27:19

La visión misionera del Papa Francisco en su primer año de Pontificado. Entrevista al jesuita Antonio Spadaro


(RV).- (audio) RealAudioMP3 El encuentro es la categoría-clave del magisterio del Papa Francisco que pide una Iglesia que salga: una iglesia “de puertas a fuera”. Lo dice el padre Antonio Spadaro, director de "Civiltà Cattolica", a los micrófonos de nuestra compañera Isabella Piro, celebrando el primer año de Pontificado del Papa Bergoglio.

- “El Papa Francisco tiene una visión misionera de la Iglesia: está trabajando y trabajará para una transformación misionera de la Iglesia. Esto quiere decir que la Iglesia, como él la ve, es absolutamente extravertida al mundo, abierta al mundo, porque el Papa quiere que el evangelio sea predicado a todos, a cualquier persona, en cualquier situación de la vida en que se encuentre. Por lo tanto, el lenguaje del Papa Francisco es un lenguaje natural, ordinario, yo diría normal. Su objetivo es llegar a todos”.

La atención a América Latina, la dimensión evangélica pastoral, la reforma de la Curia, las relaciones con las otras iglesias: estos fueron algunos de los puntos que caracterizaron este primer año de Pontificado. ¿Sobre que otras áreas, según su modo de ver, podemos preveer un "cambio de paso" en los próximos meses?

- “No lo sabemos. Y tal vez ni siquiera lo sabe el Papa, en el sentido de que el Pontífice no tiene en mente ideas abstractas para aplicar a la realidad, para moldearla de acuerdo a su propia visión. En realidad, el Papa procede paso a paso, haciendo un discernimiento sobre la historia, acompañando los procesos que se van desarrollando en la Iglesia, y por supuesto, teniendo en cuenta la relación con la vida del mundo. Esto significa que lo más importante para él es seguir lo que está pasando y considerar el proceso de reforma como una reforma desde dentro. Por supuesto, un dato muy claro es que hoy la Iglesia está íntimamente unida, en su desarrollo, a las iglesias más jóvenes, y por lo tanto está cambiando la perspectiva, yo diría, la visión. Y la profecía presente en la vida de las Iglesias más jóvenes está entrando de lleno en la vida ordinaria de la Iglesia, y también a través de sus representantes de las sedes más centrales”.

¿Padre Spadaro, qué es lo que hay de San Ignacio y lo que hay de San Francisco, en el pontificado del Papa Bergoglio?

- “El Papa Bergoglio se formó radicalmente con la espiritualidad ignaciana desde una edad muy temprana, por lo que yo diría que su forma de actuar, de ver, de considerar la realidad está absolutamente unida a esta espiritualidad. Es una espiritualidad obviamente evangélica, que apunta a la presencia del Señor en el mundo. No es una espiritualidad optimista -al Papa no le gusta este término- pero sin duda muy llena de esperanza. Esto significa que, para el Papa, el Señor actúa ya en el mundo, por lo tanto nosotros llegamos siempre después y tenemos que reconocer su presencia. Y este es el discernimiento. Así pues, yo diría sobre todo un Pontificado de discernimiento acerca de cómo el Señor se está moviendo en el mundo, y en este sentido, es profundamente ignaciano y jesuita. Y franciscano también en el sentido más ignaciano del término, porque la espiritualidad franciscana es vivida en el interior de la espiritualidad ignaciana. Esto lleva a que el Papa, ciertamente, muestre una enorme atención a la pobreza y a la esencialidad; pero también hay otra dimensión muy presente en San Francisco, que es la de la reconstrucción: sabemos que el sueño que ha marcado profundamente la vida de San Francisco es aquel de la reconstrucción de la Iglesia, de su presencia, en un mundo en ruinas. Entonces, estas imágenes de "hospital de campaña", de situación de emergencia en que es necesaria la reconstrucción, está muy presente en el Pontificado de Francisco”.

En abril tendrán lugar las canonizaciones del Papa Juan XXIII y del Papa Juan Pablo II; en mayo el viaje apostólico a Tierra Santa; en agosto el de Corea del Sur, con motivo de la VI Jornada de la Juventud Asiática. ¿Cuál es el hilo conductor que, en su opinión, une estos tres acontecimientos aparentemente dispares?

- “El encuentro”, yo diría, es la categoría-clave del Pontificado de Francisco. Hay el encuentro con la historia, con las grandes figuras del pasado reciente: es interesante, entre otras cosas, este emparejamiento de dos Pontífices, grandes, de manera incluso muy diferente entre ellos. Luego, está el encuentro con la realidad de Oriente Medio, extremadamente problemática; y luego, el encuentro con Corea, que significa el encuentro con los jóvenes del continente asiático, que hoy es un continente de una gran energía, con un gran potencial también para la vida de la Iglesia”.

A su modo de ver, ¿el Papa Francisco ha encontrado algunas dificultades, en este primer año de Pontificado?

- “Probablemente las dificultades han sido muchas; sin embargo, lo que me llama más la atención -hablé de ello con él, durante la entrevista que le hice en agosto - es que el Papa es muy consciente de los problemas, pero los vive con una gran serenidad de ánimo. Él mismo lo dijo: duerme bien y come bien, es decir, siente una gran paz interior que le hace sentirse bien y que también le permite enfrentarse a todas las dificultades con gran sencillez, y con gran inmediatez. Tal vez, la novedad de su estilo, en el comportamiento, a algunos les puede crear alguna dificultad, pero él lo que quiere es dar un impulso de vida evangélica”.

¿Si usted tuviera la oportunidad de volverle a hacer una entrevista mañana al Papa, qué le pediría?

- “No lo sé, porque estar con él, entrevistarlo, ha sido - de hecho - una gran experiencia espiritual, completamente abierta. Por lo tanto, yo diría que estaría frente a él, y comenzaría a partir de lo que él mismo me quisiera decir. Y esto sería para mí lo más interesante”.

ER - RV








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