2014-02-20 19:12:29

Algunas tentaciones de los agentes pastorales


En el espíritu de Aparecida, con el padre Antonio Grande

(RV).- Con audio RealAudioMP3
El seguimiento de Jesús es una vocación de amor que se realiza de diversos modos en el sacramento del orden, en la consagración religiosa y en la vida de los fieles laicos, la mayoría del Pueblo de Dios. El número 215 del Documento de Aparecida, expresó que los laicos son llamados a integrar su participación en la Iglesia y su siembra de los valores del Reino en la sociedad.

“Reconocemos el valor y la eficacia de los Consejos parroquiales, Consejos diocesanos y nacionales de fieles laicos, porque incentivan la comunión y la participación en la Iglesia y su presencia activa en el mundo. La construcción de la ciudadanía, en el sentido más amplio, y la construcción de la eclesialidad en los laicos, es un solo y único movimiento”.

Por eso, el número 263 de Aparecida, presenta la espiritualidad popular como “una espiritualidad cristiana que, siendo un encuentro personal con el Señor, integra mucho lo corpóreo, lo sensible, lo simbólico, y las necesidades más concretas de las personas”.

El Papa Francisco en su reciente documento La alegría del Evangelio, agradece el número importante de hermanos que dan lo mejor de sí a la Iglesia, y destaca que el aporte que realiza la Iglesia al mundo en nuestro tiempo es enorme. Luego, con sabiduría y fortaleza paterna señala algunas tentaciones de los agentes pastorales, un tema que ya había presentado en el Discurso al Comité de Coordinación del CELAM, el 29 de julio pasado, en Brasil. Usa un lenguaje bíblico que sigue siendo actual y llama a reflexionar. La tentación desafía una buena intención, pone a prueba un compromiso elegido y llevado adelante, sea por una persona como por una comunidad.

Ahora recojo el llamado papal a volver a optar por una espiritualidad misionera, volver a elegir un tipo de oración y de encuentro con Cristo que integre el servicio al prójimo en su realidad cotidiana, aún más, ir al encuentro de quien está en una dificultad, o, de quien todavía no recibió el anuncio del Evangelio. En el número 78 enseña:

“Hoy se puede advertir en muchos agentes pastorales, incluso en personas consagradas, una preocupación exacerbada por los espacios personales de autonomía y de distensión, que lleva a vivir las tareas como un mero apéndice de la vida, como si no fueran parte de la propia identidad. Al mismo tiempo, la vida espiritual se confunde con algunos momentos religiosos que brindan cierto alivio pero que no alimentan el encuentro con los demás, el compromiso en el mundo, la pasión evangelizadora. Así, pueden advertirse en muchos agentes evangelizadores, aunque oren, una acentuación del individualismo, una crisis de identidad y una caída del fervor. Son tres males que se alimentan entre sí”.
Luego, en el número 102, el Santo Padre valora la participación de los bautizados en la vida de la Iglesia, pero llama la atención para que el anuncio de los valores evangélicos sea sembrado como fermento de novedad en las realidades del mundo.
“Si bien se percibe una mayor participación de muchos en los ministerios laicales, este compromiso no se refleja en la penetración de los valores cristianos en el mundo social, político y económico. Se limita muchas veces a las tareas intraeclesiales sin un compromiso real por la aplicación del Evangelio a la transformación de la sociedad”.

Conviene examinar cómo rezamos. Preguntarnos si el encuentro con el Señor nos abre a la misión de ir a servirlo en quienes están agobiados, o, ir a anunciarlo a quienes no lo han encontrado.








All the contents on this site are copyrighted ©.