A través de la Eucaristía Cristo quiere entrar en nuestra existencia e imbuirla con
su gracia
El Papa en la semana
(RV).- (Con audio) De la dignidad de
la persona y, sobre todo de los enfermos, habló el Papa Francisco el pasado 9 de febrero
al dirigirse a los miles de fieles y peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro
para rezar la oración mariana del Ángelus. ¡No tengan miedo de la fragilidad! Ayúdense
unos a otros con amor, y sentirán la presencia consoladora de Dios, dijo el Santo
Padre refiriéndose al trabajo de los agentes sanitarios y a las preocupaciones de
las familias y de los enfermos, en vísperas de la festividad de la Virgen de Lourdes.
Además, refiriéndose al Evangelio de ese domingo, Francisco dijo que todos
los bautizados somos discípulos misioneros y estamos llamados a convertirnos en el
mundo en un Evangelio vivo, porque con una vida santa daremos “sabor” en los diversos
ambientes y los defenderemos de la corrupción, como hace la sal; y llevaremos la luz
de Cristo con el testimonio de una caridad genuina.
Después de rezar a la
Madre de Dios el Obispo de Roma se refirió a los Juegos Olímpicos de Invierno, deseando
que se celebren como una fiesta del deporte y la amistad. Finalmente rezó por los
que sufren daños a causa de las calamidades naturales, invitando a prevenir los problemas
a medida de lo posible.
Casi en vísperas de la canonización del beato Juan
Pablo II, el Papa Francisco recibió el pasado 7 de febrero a los obispos de la Conferencia
Episcopal de Polonia al final de su visita “ad limina Apostolorum”, es decir
a las tumbas de los Apóstoles Pedro y Pablo.
El Pontífice se refirió al próximo
santo como a un “Gran Pastor que nos guía desde el Cielo y nos recuerda lo importante
que es la comunión espiritual y pastoral entre los obispos”, invitando a sus compatriotas
a que nada ni nadie introduzca divisiones entre ellos porque están llamados “a construir
la comunión y la paz enraizadas en el amor fraternal y a dar a todos un ejemplo alentador
que brindará a su pueblo “la fuerza de la esperanza”.
La Eucaristía debe implicarnos
en profundidad. Lo reafirmó el Papa hablando a los fieles en su catequesis de la audiencia
general del 12 de febrero. Ante todo la Eucaristía debe llevarme a sentir a los demás
como hermanos y hermanas. Además, quien celebra la Eucaristía no lo hace porque se
considera o quiere aparecer mejor que los demás, sino precisamente porque se reconoce
siempre necesitado de ser acogido y regenerado por la misericordia de Dios, hecha
carne en Jesucristo. En fin, debemos recordar ¡que la Eucaristía es una acción de
Cristo! A través de la Eucaristía Cristo quiere entrar en nuestra existencia e imbuirla
con su gracia, de modo que en toda comunidad cristiana haya coherencia entre liturgia
y vida. Queridos amigos – concluyó Francisco – el corazón se llena de confianza y
de esperanza pensando en las palabras de Jesús en el Evangelio de Juan: “Quien come
mi carne y bebe mi sangre tiene la vida eterna y yo lo resucitaré en el último día”
(6, 54). Vivamos la Eucaristía con espíritu de fe y de oración, en la certeza de que
el Señor cumplirá lo que ha prometido.
Producción de María Fernanda Bernasconi.
(hispano@vatiradio.va)
El espacio “El Papa en la semana”, se transmite
los sábados en las emisiones informativas de las 17,30; 01,45 y 03,20 UTC.