El Papa a la RAI: un servicio a la verdad, un servicio a la bondad, un servicio a
la belleza
(RV).- (audio) A mediodía el Santo
Padre Francisco ha recibido e audiencia en el Aula Pablo VI del Vaticano a un nutrido
grupo de ejecutivos y empleados de la RAI, (Radio Televisión Italiana) en el marco
del 90° aniversario del inicio de las transmisiones radiofónicas y el 60° de las televisivas.
Dos aniversarios que han ofrecido al Papa la ocasión para reflexionar sobre la relación
que ha habido en estas décadas entre la RAI y la Santa Sede, y sobre el valor y las
exigencias del servicio público.
"La palabra-clave que quisiera poner enseguida
en evidencia es colaboración. Sea a través de la radio o de la televisión, el pueblo
italiano siempre ha podido acceder a las palabras y, sucesivamente, a las imágenes
del Papa y a los acontecimientos de la Iglesia, en Italia, a través del servicio público
de la RAI. Esta colaboración se realiza con los dos entes vaticanos: Radio Vaticano
y el Centro Televisivo Vaticano".
Repasando la historia de la RAI, el Obispo
de Roma ha resaltado los años 50 y 60, una época de gran desarrollo y crecimiento
para esta empresa estatal, que aumentó sus transmisiones y producciones, entre las
cuales también las de carácter religioso. Y ha recordado: la película Francesco de
Liliana Cavani, de1966 y los Hechos de los Apóstoles de Roberto Rossellini, en el
1969, esta última con la colaboración del Padre Carlo Maria Martini.
"La
RAI ha ofrecido y ofrece aún hoy a los usuarios de su servicio público, la posibilidad
de seguir los grandes eventos de la Iglesia. Como el Concilio Vaticano II, las elecciones
de los Pontífices, el funeral del beato Juan Pablo II; pero también pensemos los muchos
acontecimientos del Jubileo del 2000, o las diversas celebraciones, como también las
visitas pastorales del Papa en Italia".
También la RAI, ha señalado el
Papa. Ha sido testigo de los procesos de cambio de la sociedad italiana en sus rápidas
transformaciones, contribuyendo de modo especial al proceso de unificación lingüístico-cultural
de Italia.
"Les recuerdo que su profesión además de informativa, es formativa,
es un servicio público, es decir un servicio al bien común. Un servicio a la verdad,
un servicio a la bondad, un servicio a la belleza. Todos los profesionales que forman
parte de la RAI, dirigentes, periodistas, artistas, empleados, técnicos y trabajadores
cualificados saben que pertenecen a una empresa que produce cultura y educación, que
ofrece información y espectáculo, y que llegan en cada momento del día a una gran
parte de italianos. Una responsabilidad de la que no puede abdicar, quien es titular
del servicio público".
“La calidad ética de la comunicación es fruto, en
última instancia, -ha finalizado diciendo Francisco- de conciencias atentas, no superficiales,
siempre respetuosas de las personas, sea de las que son objeto de información, sea
de los destinatarios del mensaje. Cada uno, en su propio papel y responsabilidad,
está llamado a vigilar para tener alto el nivel ético de la comunicación. (ER
RV)
Texto completo del discurso del Papa Francisco a la RAI
Gentil Señora Presidente, queridos Ejecutivos y Empleados de
la RAI,
¡Doy mi bienvenida a todos ustedes! Gracias por haber venido así
en tantos; ¡es una familia numerosa ésta! Y gracias a la Presidenta por sus palabras,
que he apreciado mucho.
Este encuentro se introduce en el marco del 90° aniversario
del inicio de las transmisiones radiofónicas de la RAI y el 60° de aquellas televisivas;
es significativo que estén presentes también los representantes de algunas Redes radio-televisivas
públicas, y de las Asociaciones del sector de otros Países. Los dos aniversarios ofrecen
la ocasión de reflexionar sobre la relación que ha habido en estas décadas entre la
RAI y la Santa Sede, y sobre el valor y las exigencias del servicio público. La
palabra-clave que quisiera poner enseguida en evidencia es colaboración. Sea a través
de la radio o de la televisión, el pueblo italiano siempre ha podido acceder a las
palabras y, sucesivamente, a las imágenes del Papa y a los acontecimientos de la Iglesia,
en Italia, a través del servicio público de la RAI. Esta colaboración se realiza con
los dos entes vaticanos: la Radio Vaticano y el Centro Televisivo Vaticano.
De este modo la RAI ha ofrecido y ofrece aún hoy a los usuarios de su servicio
público la posibilidad de seguir sea los eventos extraordinarios sea aquellos ordinarios.
Pensemos al Concilio Vaticano II, a las elecciones de los Pontífices, o al funeral
del beato Juan Pablo II; pero también pensemos a los muchos acontecimientos del Jubileo
del 2000, a las diversas celebraciones, como también las visitas pastorales del Papa
en Italia.
Los años Cincuenta y Sesenta han sido una época de gran desarrollo
y crecimiento para la RAI. Es bueno recordar algunos pasos: en aquellas décadas la
RAI cubre con sus transmisiones todo el País; además, la empresa de Estado se compromete
en la formación de los propios ejecutivos también en el exterior; por último aumenta
las producciones, entre las cuales también aquellas de carácter religioso: recordamos,
por ejemplo, la película Francesco de Liliana Cavani, en el 1966 y Hechos de los Apóstoles
de Roberto Rossellini, en el 1969, esta última con la colaboración del Padre Carlo
Maria Martini. La RAI pues, también con muchas otras iniciativas, ha sido testigo
de los procesos de cambio de la sociedad italiana en sus rápidas transformaciones,
y ha contribuido de modo especial al proceso de unificación lingüístico-cultural de
Italia. Por lo tanto, damos gracias al Señor por todo esto y llevamos adelante
el estilo de la colaboración. Pero el hacer memoria de un pasado rico en conquistas
nos llama a un renovado sentido de responsabilidad para el hoy y para el mañana. El
pasado es la raíz, la Historia se convierte en raíz de nuevos impulsos, raíz de los
desafíos presentes, y raíz de un futuro: ¡de ir hacia adelante! No que el futuro nos
encuentre sin la responsabilidad de nuestra identidad: no. Que nos encuentre con la
raíz de nuestra Historia y yendo siempre hacia adelante. A todos ustedes aquí presentes,
y a quienes por diferentes motivos no pudieron tomar parte de éste, nuestro encuentro,
les recuerdo que su profesión además de informativa, es formativa, es un servicio
público, es decir un servicio al bien común. Un servicio a la verdad, un servicio
a la bondad, y un servicio a la belleza. Todos los profesionales que forman parte
de la RAI, dirigentes, periodistas, artistas, empleados, técnicos y trabajadores calificados
saben de pertenecer a una empresa que produce cultura y educación, que ofrece información
y espectáculo, alcanzando en cada momento del día una gran parte de italianos. Es
una responsabilidad a la cual, quien es titular del servicio público, no puede por
ningún motivo abdicar. La calidad ética de la comunicación es fruto, en último
análisis, de conciencias atentas, no superficiales, siempre respetuosas de las personas,
sea de aquellas que son objeto de información, sea de los destinatarios del mensaje.
Cada uno, en su propio rol y con la propia responsabilidad, está llamado a vigilar
para tener alto el nivel ético de la comunicación, y evitar las cosas que hacen tanto
mal: la desinformación, la difamación y la calumnia. Mantener el nivel ético. A
ustedes ejecutivos y dependientes de la RAI, y a sus familias, como incluso a los
gentiles huéspedes de este encuentro, va mi más cordial augurio para el año que ha
apenas iniciado. Les auguro trabajar bien, y poner confianza y esperanza en su trabajo,
para también poderla transmitir: ¡hay mucha necesidad! A la RAI, y a las otras
Redes y Asociaciones aquí representadas, dirijo el auspicio que, persiguiendo con
determinación y constancia sus finalidades, sepan siempre ponerse al servicio del
crecimiento humano, cultural y civil de la sociedad. Gracias.