El Papa manifestó a los jesuitas su profunda fraternidad espiritual, señala el Padre
Lombardi
(RV).- (con audio) Más de 350 jesuitas
participaron en la Misa que presidió el Papa Francisco en la Chiesa del Gesú, entre
ellos, también el Prepósito General de la Compañía de Jesús, el Padre Adolfo Nicolás.
Sobre el clima en el que se celebró la Misa, Sergio Centofanti entrevistó al director
de la Oficina de Prensa de la Santa Sede y de nuestra emisora, Padre Federico Lombardi,
uno de los jesuitas que participaron en este evento:
La Misa se celebró
en un ambiente muy sereno, tranquilo y alegre. Hay que pensar que es la fiesta del
Nombre de Jesús, es decir la fiesta ‘titular’ de la Compañía, dedicada precisamente
al Nombre de Jesús, y fue muy lindo poderla vivir junto con el Santo Padre, en particular
en esta ocasión, pocos días después de la canonización de San Pedro Fabro, que es
el primer compañero de San Ignacio. Ello nos ayudó a revivir la inspiración original
de la Compañía de Jesús, su dedicación al apostolado, un apostolado profundamente
motivado por el amor personal de Cristo.
El Nombre de Jesús y San Pedro
Fabro, centraron la homilía del Papa Francisco, como destaca el Padre Lombardi, haciendo
hincapié en el amor de Dios y en la reconciliación:
Dos temas: el Nombre
de Jesús, como tal, y la figura de San Pedro Fabro como una persona con grandes anhelos.
El espíritu de San Pedro Fabro es de cultivar el verdadero gran anhelo de dar a conocer
no sólo el Nombre de Jesús, sino el amor de Dios hacia todos, aun en situaciones difíciles,
como aquella en la que él obraba, en el tiempo de la división entre los cristianos.
Por lo tanto, con un sentido de reconciliación, de dulzura: un rasgo muy característico
de la personalidad de este santo, que no hizo cosas grandes desde un punto de vista
exterior, pero sí grandes cosas desde un punto de vista espiritual, en los corazones,
para dar a conocer el amor de Dios y reconciliar a las personas divididas precisamente
por este amor.
El Papa se refirió a la inquietud en los jesuitas:
Así
es. Es el dinamismo característico de la espiritualidad de la Compañía de Jesús: buscar
y encontrar al Señor y su voluntad, no para detenerse, sino para seguir buscándola
aún más. Una vez que se ha encontrado al Señor, el Señor te sorprende y te llama incluso
más allá, de donde hayas llegado. Así es, este Dios rico de sorpresas, de las que
el Papa habla a menudo, es verdaderamente un conocimiento de Dios, que es muy característico
de una espiritualidad dinámica, de camino, como la de la Compañía de Jesús y también
de Pedro Fabro, que era, de hecho, un peregrino del servicio del Señor, en la Europa
de su tiempo.
Luego, el Papa fue saludando a los jesuitas que estaban
en la Chiesa del Gesú
Sí, ya sabemos que es característico del Papa tener
esta atención y paciencia, incluso de saludar a todos, uno por uno. Había tantos hermanos,
sus hermanos, reunidos en esta hermosa ocasión: quiso saludarlos a todos y manifestar
su profunda fraternidad espiritual.