Son un equipo que difunde la esperanza y el perfume del Evangelio, el Papa al Centro
Televisivo Vaticano
(RV).- (Con audio) Un “equipo” llamado
a servir al Papa y a la Iglesia con un “estilo” especial, del que todo debe depender:
desde las elecciones editoriales hasta la programación. Así ve el Francisco el trabajo
que desarrolla el Centro Televisivo Vaticano, cuyos empleados con sus familias fueron
recibidos esta mañana en audiencia con ocasión del 30° aniversario de fundación de
este organismo de la Santa Sede. | En efecto, desde hace treinta años el Centro
Televisivo Vaticano ocupa un carril preferencial en la autopista global de la comunicación.
Y la recorre a velocidad sostenida, siguiendo el ritmo que marcan las innovaciones
tecnológicas. Y todo esto con una orientación precisa, recordó el Papa, o sea “servir
con la difusión de las imágenes televisivas del Pontificado la causa del Evangelio.
Ante las casi ciento cincuenta personas que lo escucharon en la Sala Clementina
del Palacio Apostólico del Vaticano, Francisco afirmó:
“Son profesionales
al servicio de la Iglesia. Su trabajo es de gran calidad, y así debe ser por la tarea
que se les ha asignado. Pero la profesionalidad para ustedes debe ser siempre servicio
a la Iglesia, en todo: en las tomas, en la dirección, en las elecciones editoriales...
Todo puede ser hecho con un estilo, un punto de visto que es el eclesial, el de la
Santa Sede. Es necesario que la comunicación del Centro Televisivo Vaticano sepa infundir
en los espectadores, en los fieles y en los “distantes”, el perfume y la esperanza
del Evangelio”.
Nacido hace tres décadas, por intuición y voluntad de Juan
Pablo II, el Centro Televisivo Vaticano tiene como ruta y misión – afirmó en esta
ocasión el Papa Francisco – “mantener firmemente la perspectiva evangélica” en un
sector, ll mediático, en el que esta perspectiva es desconocida o ignorada. Y para
lograrlo, añadió, es necesario un grupo unido y responsable:
“Jueguen como
equipo. La eficacia de la pastoral de la comunicación es posible creando relaciones,
haciendo convergir en torno a proyectos compartidos una serie de sujetos; una ‘unión
de intenciones y de fuerzas’. Sabemos que esto no es fácil, pero si se ayudan juntos
a hacer equipo todo se vuele más leve, sobre todo y también el estilo de su trabajo
será un testimonio de comunión”.
El Papa agradeció a los miembros del Centro
Televisivo Vaticano no sólo su profesionalidad hoy reconocida en todo el mundo, sino
sobre todo la disponibilidad y discreción que cada día le testimonian y con la cual
lo acompañan. Además, Francisco manifestó atención y delicadeza también para las familias
de los empleados:
“…Porque como ha recordado el Director, Mons. Viganò,
¡viven la agenda semanal de los compromisos del Papa! Es un sacrificio no de poca
cuenta, imagino, y por esto no sólo les estoy agradecido, sino que les aseguro una
oración por todos ustedes, en especial por sus niños. El Papa no quiere estorbar en
la vida de la familia, ¡eh! Pero les agradezco por la paciencia”.
El Papa
agregó un último saludo “a los amigos que – observó – están implicados de diversas
maneras en la gran familia del Centro Televisivo Vaticano”. Porque como dijo al concluir,
“solos no podemos hacer mucho, pero juntos podemos estar al servicio de todo el mundo,
difundiendo la verdad y la belleza del Evangelio hasta los confines de la tierra”.