(RV).- (Con audio) En la Jornada Misionera
Mundial, Francisco tras el ángelus del domingo 20 de octubre se refirió a la misión
cristiana de difundir el Evangelio, sin proselitismo, sino con el espíritu de Jesús
que encendió en el mundo la fe en Dios que es Padre, Amor, Misericordia. El Papa recordó
a los misioneros y a las misioneras que dan su vida como la italiana Afra Martinelli,
asesinada en días pasados en Nigeria. Expresó su cercanía a la población de Filipinas
afectada por un fuerte terremoto y recordó que el día anterior en Budapest fue beatificado
Esteban Sandor, asesinado por el régimen comunista. Antes del ángelus comentó el Evangelio
dominical. Dios, dijo, nos invita a rezar con insistencia porque nuestra arma es la
oración.
María es modelo de la fe, en la sencillez de las ocupaciones cotidianas.
En su catequesis de la audiencia celebrada en una Plaza de San Pedro particularmente
abarrotada de fieles, el Papa se refirió el pasado 23 de octubre a la enseñanza que
proviene de la fe de la Virgen, transmitida por el Evangelio. Y desarrolló cuanto
afirma la Constitución apostólica Lumen Gentium del Concilio Vaticano II. María,
notó el Papa, es modelo de caridad y de unión con Cristo. Francisco dirigió algunas
preguntas a los fieles. Preguntémonos, dijo, ¿si la sentimos cercana o lejana y si
en los momentos de dificultad, de prueba, de oscuridad, la vemos como modelo de confianza
en Dios? Preguntémonos, mirando a María, ¿cómo son las relaciones en nuestras parroquias,
en nuestras comunidades, si nos juzgamos, hablamos mal unos de otros, cuidamos sólo
o sobre todo nuestra realidad particular y nos desinteresamos del resto? En fin mirando
a María que acepta la muerte del Hijo y está unida a Él, preguntémonos ¿si nos acordamos
de Jesús sólo cando hay algo que no va y tenemos necesidad, o si la nuestra es una
relación constante, una amistad profunda, incluso cuando se trata de seguirlo por
el camino de la cruz?
Que los detenidos no se desanimen: el Señor está con
ellos y el amor de Dios llega por doquier, incluso dentro de las celdas. Antes de
la Audiencia General el Papa se encontró con doscientos capellanes de las cárceles
italianas. Y dirigió unas palabras de especial afecto y cercanía a los detenidos.
Dios llora con ellos, trabaja con ellos, espera con ellos. Francisco exhortó a la
esperanza, a pesar del egoísmo y de la injusticia de los sistemas humanos que a veces
castigan a los débiles mientras los poderosos escapan. El Papa rezó por los capellanes
y recordó sus experiencias de cercanía con los detenidos de las cárceles de Buenos
Aires, con quienes mantiene una relación de diálogo para hacer sentir la proximidad
de Cristo.
Producción de María Fernanda Bernasconi. (hispano@vatiradio.va)
El
espacio “El Papa en la semana”, se transmite los sábados en las emisiones informativas
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