2013-10-16 10:32:02

Una tarea que continúa: llevar el Evangelio a todo el mundo


(RV).- (Actualizado con video y con audio) “La Iglesia es apostólica”, fue el tema de la catequesis que el Papa Francisco desarrolló este miércoles ante miles de fieles y peregrinos presentes en la Plaza de San Pedro, durante la Audiencia general semanal. El Obispo de Roma precisó que "la Iglesia, que continúa en la historia la tarea de llevar el Evangelio a todo el mundo, tiene sus raíces en la enseñanza de los Apóstoles, pero mira hacia el futuro, tiene la firme conciencia de ser enviada, de ser misionera". "Una Iglesia que se cierra en sí misma y en el pasado traiciona la propia identidad", advirtió.

¡Descubramos toda la belleza y la responsabilidad de ser Iglesia apostólica!, fue la invitación de Francisco, quien llamó a todos “a ser testigos auténticos de Cristo Resucitado y a anunciar el Evangelio a todas las gentes, en comunión con los Obispos, sucesores de los Apóstoles”. (RC-RV)


Resumen de la catequesis y saludo del Papa Francisco en nuestro idioma:

(Audio) RealAudioMP3


Queridos hermanos y hermanas:

En el Credo decimos que la Iglesia es «apostólica», expresando así el profundo vínculo que tiene con los Doce Apóstoles, a los que Jesús llamó para que estuvieran con Él y para enviarlos a predicar. «Apóstol» es una palabra griega que significa «mandado», «enviado». Y aplicada a la Iglesia, puede tener tres significados. En primer lugar, la Iglesia es apostólica porque está edificada sobre el cimiento de los Apóstoles, sobre su testimonio y sobre la autoridad que Cristo mismo les ha dado. En segundo lugar, la Iglesia es apostólica porque «guarda y transmite, con la ayuda del Espíritu Santo que habita en ella, la enseñanza, el buen depósito, las sanas palabras oídas a los Apóstoles», es decir, conserva el precioso tesoro de la Sagrada Escritura, la Tradición Apostólica, los Sacramentos que nos permiten ser fieles a Cristo y participar de su misma vida. Y, en tercer lugar, la Iglesia es apostólica porque en ella pervive el mandato misionero que el Señor confió a sus Apóstoles. La Iglesia continúa en la historia la tarea de llevar el Evangelio a todo el mundo. Dirijo un cordial saludo a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos provenientes de España, Argentina, México y los demás países latinoamericanos. Invito a todos a ser testigos auténticos de Cristo Resucitado y a anunciar el Evangelio a todas las gentes, en comunión con los Obispos, sucesores de los Apóstoles. Muchas gracias.





Traducción completa del texto de la homilía del Papa en italiano


La Iglesia es apostólica

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

Cuando nosotros recitamos el “Credo”, decimos:"Creo en la Iglesia una, santa, católica y apostólica". No sé si alguna vez reflexionaron sobre el significado de la expresión "la Iglesia es apostólica".Quizá alguna vez, llegando a Roma, han pensado en la importancia de los Apóstoles Pedro y Pablo, que aquí dieron sus vidas para llevar el Evangelio y dar testimonio. Pero es más.
Profesar que la Iglesia es apostólica, es hacer hincapié en la conexión constitutiva que tiene con los Apóstoles, con aquel pequeño grupo de doce hombres que Jesús un día llamó a su lado, les llamó por su nombre, para que permanecieran con él y para enviarlos a predicar (Mc 3:13-19). "Apóstol", de hecho, es una palabra griega que significa "enviado", "mandado". Un apóstol es una persona que ha sido mandada, enviada a hacer una cosa. Es una palabra fuerte y los Apóstoles fueron escogidos, llamados y enviados por Jesús para continuar su obra. Es decir: orar, es la primera tarea de un apóstol. Orar. Y, segundo: anunciar el Evangelio El anuncio del Evangelio. Esto es importante porque cuando pensamos en los apóstoles pensamos que sólo fueron a predicar el Evangelio, a hacer muchas obras... Pero, en los primeros tempos de la Iglesia, hubo un problema, porque hacían tantas cosas que no podían, no tenían tiempo. Hicieron los diáconos para tener ellos el tiempo de orar y proclamar la Palabra de Dios. Y cuando pensamos en los sucesores de los apóstoles - los obispos: todos los obispos, el Papa es obispo -, debemos preguntarnos si este sucesor del apóstol ora - en primer lugar - y anuncia el Evangelio. Es esto ser un apóstol, y por esta razón la Iglesia es apostólica. Y todos nosotros, si queremos ser apóstoles - como explicaré ahora - tenemos que preguntarnos: "¿Yo ruego por la salvación del mundo y anuncio el Evangelio?" Esta es la Iglesia Apostólica. Es una relación constitutiva que tenemos con los apóstoles.

A partir de esto muy brevemente me gustaría hacer hincapié en tres acepciones del adjetivo "apostólica", aplicado a la Iglesia.

1. Primero. La Iglesia es apostólica porque está fundada en la predicación y la oración de los Apóstoles, en la autoridad que les fue dada por Cristo. San Pablo escribe a los cristianos de Éfeso:” Por lo tanto, ustedes ya no son extranjeros ni huéspedes, sino conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios. Ustedes están edificados sobre los apóstoles y los profetas, que son los cimientos, mientras que la piedra angular es el mismo Jesucristo. (2, 19-20); es decir, compara los cristianos a piedras vivas que componen un edificio que es la Iglesia, y este edificio está fundado sobre los Apóstoles -como columnas- y la piedra que sostiene todo es Jesús mismo. Sin Jesús no puede existir la Iglesia: sin Jesús no hay Iglesia. ¿Entendido esto? Jesús es la misma base de la Iglesia, el fundamento. Los apóstoles vivieron con Jesús, oyeron sus palabras, compartieron su vida, sobre todo, fueron testigos de su Muerte y Resurrección. Nuestra fe, la Iglesia que Cristo ha querido, no se basa en una idea, en una filosofía, se funda en Cristo mismo. Y la Iglesia también es como una planta que ha crecido a lo largo de los siglos, se ha desarrollado, ha dado sus frutos, pero sus raíces están firmemente plantadas en Él y la experiencia fundamental de Cristo que han tenido los Apóstoles, elegidos y enviados por Jesús, llega hasta nosotros: de aquella planta pequeñita hasta nuestros días. Y así la Iglesia está extendida por todo el mundo.

2 . Pero preguntémonos: ¿cómo es posible que nos conectemos con aquel testimonio, cómo puede llegar a nosotros lo que han experimentado los Apóstoles con Jesús, lo que han oído de él? Este es el segundo significado del término "apostólica". El Catecismo de la Iglesia Católica afirma que la Iglesia es apostólica porque "custodia y transmite, con la ayuda del Espíritu Santo que habita en ella, la enseñanza, el buen depósito, las sanas palabras oídas a los apóstoles» ( n. 857 ). La Iglesia conserva a través de los siglos, este precioso tesoro, que es la Sagrada Escritura, la doctrina, los sacramentos, el ministerio de los pastores, para que podamos ser fieles a Cristo y participar en su misma vida. Es como si fuera un río que fluye en la historia, se desarrolla, irriga, pero el agua que corre es siempre la misma que sale del manantial, y el manantial es Cristo mismo: Él es el Resucitado, Él el Viviente, y sus palabras no pasan, porque Él no pasa, Él está vivo. Él está con nosotros hoy, aquí; Él nos escucha cuando le hablamos, nos escucha, Él está en nuestros corazones: ¡Jesús está con nosotros, hoy! Y ésta es la belleza de la Iglesia: la presencia de Jesucristo en medio de nosotros, que Jesucristo está vivo porque resucitó. Pensemos en lo importante que es este don que Cristo nos ha dado, el don de la Iglesia ¡Pensemos que es la Iglesia en su camino a lo largo de estos siglos -a pesar de las dificultades, los problemas, las debilidades, y nuestros pecados- la que nos da el mensaje auténtico de Cristo. Nos da la seguridad de que lo que creemos es realmente lo que Cristo nos dijo.


3 . El último pensamiento: la Iglesia es apostólica porque es enviada a llevar el Evangelio a todo el mundo. Continúa por el camino de la historia la misma misión que Jesús confió a los apóstoles. Y ¿Qué les dijo Jesús?: "Vayan, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a cumplir todo lo que yo les he mandado. Y yo estaré siempre con ustedes hasta el fin del mundo". (Mt 28,19-20). Pero esto es lo que Jesús nos ha dicho que hagamos. Insisto en este aspecto de la misionariedad, puesto que ¡Cristo invita a todos a "ir" al encuentro de los demás, nos envía, nos pide que nos movamos para llevar la alegría del Evangelio! Una vez más, preguntémonos: ¿somos misioneros con nuestra palabra, pero sobre todo con nuestra vida cristiana? ¿Con nuestro testimonio? ¿O somos cristianos encerrados en nuestros corazones y en nuestras iglesias? ¿Cristianos de sacristía? ¿Cristianos sólo de palabra, pero que viven como paganos? Debemos preguntarnos estas cosas, ¿eh? Esto no es un reproche: Yo también me lo digo a mí mismo, qué cristiano soy. ¡Con el testimonio, de verdad!
La Iglesia tiene sus raíces en las enseñanzas de los Apóstoles, verdaderos testigos de Cristo, pero mira siempre hacia el futuro, tiene la firme conciencia de ser enviada, enviada por Jesús, de ser misionera, llevando el nombre de Jesús, a través de la oración, el anuncio y el testimonio. Una Iglesia que se cierra sobre sí misma y en el pasado, o una Iglesia que sólo se fija en las pequeñas reglas, hábitos y actitudes es una Iglesia que traiciona su propia identidad. Una iglesia cerrada traiciona su identidad. ¡Entonces, descubramos hoy toda la belleza y la responsabilidad de ser Iglesia Apostólica! Y acuérdense, eh: Apostólica porque rezamos -primera tarea - y porque anunciamos el Evangelio con nuestra vida y también con las palabras? Gracias.

ER RV








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