(RV).- (Audio) El padre Antonio
Grande, de la diócesis de Rafaela, en la Argentina, que actualmente realiza el servicio
de rector del Colegio Sacerdotal y de la Iglesia Argentina en Roma, nos sigue hablando
de la nueva Evangelización.
Jesús sigue guiando a toda la Iglesia y a
los jóvenes a anunciar el Evangelio a los hombres
A partir del encuentro
con Jesús el hombre por la fe se renueva, vive un nuevo nacimiento, va experimentando
la alegría de ser discípulos misioneros para anunciar el evangelio de Jesucristo,
que es fuente de vida plena y dignificación de los hombres. En palabras de Aparecida:
“Los
discípulos de Jesús reconocemos que Él es el primer y más grande evangelizador
enviado por Dios (cf. Lc 4,44) y, al mismo tiempo, El Evangelio de Dios (cf. Rm
1,3). Creemos y anunciamos `la buena noticia de Jesús, Mesías, Hijo de Dios´ (Mc 1,1).
Como hijos obedientes a la voz del Padre, queremos escuchar a Jesús (cf. Lc 9,35)
porque Èl es el único Maestro (cf. Mt 23,8). Como discípulos suyos sabemos que sus
palabras son Espíritu y Vida (cf. Jn 6,63.68)” (A 103).
El Papa Francisco hizo
memoria de la necesidad de continuar con el itinerario de renovación interna de
la Iglesia. Es un proceso de conversión personal en la fe al Señor, que debe
hacerse presente en los vínculos comunitarios y en las estructuras pastorales.
“Aparecida
ha propuesto como necesaria la Conversión Pastoral. Esta conversión implica
creer en la Buena Nueva, creer en Jesucristo portador del Reino de Dios, en su irrupción
en el mundo, en su presencia victoriosa sobre el mal; creer en la asistencia y conducción
del Espíritu Santo; creer en la Iglesia, Cuerpo de Cristo y prolongadora del dinamismo
de la Encarnación”.
Aparecida orientó a las diversas comunidades a acompañar
a los jóvenes en su camino de fe para que maduren su opción vocacional. “Proponer
a los jóvenes el encuentro con Jesucristo vivo y su seguimiento en la Iglesia,
a la luz del Plan de Dios, que les garantiza la realización plena de su dignidad de
ser humano, les impulsa a formar su personalidad y les propone una opción vocacional
específica: el sacerdocio, la vida consagrada o el matrimonio” (A 446 c).
Jesús
sigue llamando a toda la Iglesia, y particularmente a los jóvenes, a hacer la experiencia
de creer en Él, ser sus amigos y construir la vida como discípulo misionero. Y,
sigue enviando a compartir la misión de evangelizar a los hombres de nuestro tiempo.
En la misa de la Jornada Mundial de la Juventud, el Papa Francisco enfatizó que Jesús
envía, acompaña y sostiene a sus misioneros en el servicio a sus hermanos.
“La fe es una llama que se hace más viva cuanto más se comparte, se transmite,
para que todos conozcan, amen y profesen a Jesucristo, que es el Señor de la vida
y de la historia (cf. Rm 10,9). Pero ¡cuidado! Jesús no ha dicho: si quieren, si tienen
tiempo, sino: «Vayan y hagan discípulos a todos los pueblos». Compartir la
experiencia de la fe, dar testimonio de la fe, anunciar el evangelio es el mandato
que el Señor confía a toda la Iglesia, también a ti; es un mandato que no nace de
la voluntad de dominio o de poder, sino de la fuerza del amor, del hecho que Jesús
ha venido antes a nosotros y nos ha dado, no algo de sí, sino todo él, ha dado su
vida para salvarnos y mostrarnos el amor y la misericordia de Dios. Jesús no nos
trata como a esclavos, sino como a hombres libres, amigos, hermanos; y no sólo nos
envía, sino que nos acompaña, está siempre a nuestro lado en esta misión de amor”.