(RV).- El Papa que conquista
los corazones con su mirada y sonrisa, tras la breve etapa de Aparecida, visitó este
miércoles el hospital San Francisco de Asís en la Providencia de Dios, especializado
en la recuperación de quienes padecen drogadicción y alcoholismo, brindando asimismo
asistencia médico-quirúrgica a los indigentes.
En estos momentos el crack,
es uno de los flagelos que más afecta a esta nación, con más de dos millones de dependientes
de esta droga, mientras el mercado de cocaína es sólo segundo al de EEUU, tal como
lo recordó hace algunas semanas el Gobernador del Estado de San Pablo, basándose en
un informe de la Universidad Federal de esta megalópolis en la que viven 21 millones
de personas. Y donde según ese estudio existen diversos puntos de consumo, llamados
''crackolandias'', en los cuales el consumo de la droga convive con la pobreza y las
desigualdades sociales.
Uno de los jóvenes que se dirigieron al Papa vive en
la favela “La Ciudad de Dios”, a quien hemos conocido en estos días gracias a la obra
de Sor Elci, quien fundó la Asociación Solidarios Amigos de Betania.
¡Cuántos
“mercaderes de muerte” que siguen la lógica del poder y el dinero a toda costa!, exclamó
Francisco en esta ocasión, recordando que la plaga del narcotráfico, que favorece
la violencia y siembra dolor y muerte, requiere un acto de valor de toda la sociedad.
Antes de despedirse, el Papa se dirigió a los queridos italianos reunidos
en Maracanazinho juntos a tantos brasileños, hijos de italianos, que organizan una
fiesta en cada JMJ con los italianos inmigrados en el país que hospeda esta Jornada
Mundial.
Desde Río de Janeiro, María Fernanda Bernasconi, RV.