(RV).- (Con video) En el Aula de las bendiciones antes de mediodía, el Santo Padre
ha recibido a los miembros de la Asociación de los Santos Pedro y Pablo, formada por
profesionales, artesanos, estudiantes, maestros, empleados católicos que viven en
Roma y que, más allá de sus compromisos familiares y laborales, dedican su tiempo
a varias iniciativas de voluntariado, dando testimonio de vida cristiana, de apostolado
y fidelidad a la Sede Apostólica.
El Papa les dio las gracias con cariño por
su valioso servicio y apostolado que se extiende a las actividades culturales y a
la caridad.
“Sobre todo la caridad, la atención concreta hacia los demás,
hacia los pobres, débiles y necesitados, que es un signo distintivo del cristiano.
También tienen ustedes un intenso programa de formación para los candidatos y los
jóvenes estudiantes que quieren participar en la vida de la Asociación. Crecer en
el conocimiento y amor de Dios es esencial para llevar y para vivir su misericordia
a todos, al ver en los rostros de las personas que encontramos el rostro de Cristo.
Por todo esto, les quiero expresar mi reconocimiento y gratitud”.
El Obispo
de Roma señaló que es una dicha pertenecer a una asociación como la de los Santos
Pedro y Pablo, unidos en el deseo común de dar un testimonio especial de la vida cristiana,
sirviendo a la Iglesia y a los hermanos sin pedir nada a cambio.
“Esto es
hermoso: servir sin pedir nada a cambio, como hizo Jesús. Jesús sirvió a todos y no
pidió nada a cambio. Eso es bello: Jesús hizo las cosas con gratuidad y ustedes hacen
las cosas con gratitud. Su recompensa es ésta: ¡la alegría de servir al Señor, y hacerlo
juntos! Conózcanlo cada vez más, con la oración, con los días de retiro, con la meditación
de la Palabra, con el estudio del Catecismo, para amarlo siempre más y servirlo con
un corazón generoso y grande, con magnanimidad”.