(RV).- (Con
audio) Desde el inicio Papa
Francisco invitó a caminar juntos pueblo y obispo, obispo y pueblo y literalmente
camino con los fieles de Roma en la fiesta de Corpus.
Desde el principio se
puso al lado y a la altura del común de la gente, para poder dialogar y nos llamó
a ti y a mí a salir de nuestro “mundito” a las fronteras existenciales para encontrarnos
con Jesús en el hermano que sufre; para encontrar la libertad y el gozo de tocar la
carne de Cristo, al punto de tener el mismo olor de aquellos con los que se comparte
lo que uno es, lo que uno tiene. Es decir, donarse, entregarse plenamente a los otros. Y
el Obispo de Roma de hecho, lo hace. Sale para compartir con los que están afuera
y para esto pone todo el cuerpo, se entrega en cuerpo y alma al ministerio. “La vida
es un don para darla por los demás. No para conservarla como un tesoro” ha dicho.
Los
76 años; las dificultades que puede generar la exposición al sol, al viento, al frio;
el trabajo de inclinarse para besar, tocar, bendecir a los enfermos en silla de ruedas
durante una hora entera; saludar y escuchar con atención a todos los que quieren decirle
algo; estar atento a todos y cada uno, son una labor intensísima.
Pero lo que
amilana a gente mucho más joven, Papa Francisco lo tiene resuelto con valentía desde
hace mucho tiempo, porque sabe lo que quiere.
Por eso el miércoles 29 salió
bajo la lluvia, sin paraguas y empezó la catequesis empapado, como tantos otros en
la plaza san Pedro. Y el jueves 30 no hizo la procesión sobre el automóvil que llevaba
el Santísimo. Fue caminando en adoración con los fieles, las 10 cuadras que separan
la Basílica de San Juan de Letrán –donde la misa había sido a cielo abierto- hasta
la Basílica San María Mayor.
Cualquiera de 76 años y también de mucho menos,
entiende que Francisco pone el cuerpo y el alma en lo que hace; que no mezquina la
vida para ponerse a la altura de todos los que necesitamos el amor y la misericordia
de Dios; los que queremos conocer, amar, adorar, servir y seguir a Jesús, Hijo de
Dios.
¿Pones el cuerpo y el alma en tu objetivo? ¿Cómo va tu lucha por salir
de vos mismo?