(RV).- (Audio)
“Pido a los hermanos
y hermanas en la fe y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad una opción decidida
contra la trata de personas, dentro de la cual figura el ‘trabajo esclavo’.” En
plaza san Pedro, en Roma, resonó la voz de Papa Francisco el 1 de mayo, día de san
José obrero sobre las dificultades en el mundo del trabajo y la empresa. Dijo que
el trabajo forma parte del plan de amor de Dios y es un elemento fundamental para
la dignidad de una persona. “Pienso –expresó- en cuantos, y no sólo jóvenes, están
desempleados, muchas veces debido a una concepción economicista de la sociedad, que
busca el provecho egoísta, más allá de los parámetros de la justicia social”.
“Deseo
dirigir a todos la invitación a la solidaridad y a los responsables de la cosa pública
la exhortación a que realicen todo esfuerzo para dar nuevo impulso a la ocupación;
ello significa preocuparse por la dignidad de la persona; pero sobre todo quisiera
decir que no hay que perder la esperanza; también san José tuvo momentos difíciles,
pero nunca perdió la confianza y supo superarlos, en la certeza de que Dios no nos
abandona…”
Papa Francisco manifestó también: “Añado una palabra sobre otra
situación de trabajo que me preocupa: me refiero a lo que podríamos definir como el
‘trabajo esclavo’, el trabajo que esclaviza. Cuántas personas, en todo el mundo, son
víctimas de este tipo de esclavitud, en la que es la persona la que sirve al trabajo,
mientras debe ser el trabajo el que brinde un servicio a las personas para que tengan
dignidad. Pido a los hermanos y hermanas en la fe y a todos los hombres y mujeres
de buena voluntad una opción decidida contra la trata de personas, dentro de la cual
figura el ‘trabajo esclavo’.”