Sólo se entra a través de aquella puerta que se llama Jesús. Francisco en Santa Marta
(RV).- (Audio) El Evangelio del Buen
Pastor con Jesús que se define “la puerta de las ovejas” estuvo al centro de la homilía
del Papa Francisco, esta mañana, en la Misa celebrada en la Capilla de la Casa de
Santa Marta. En esta oportunidad participaron algunos empleados de la Sala de Prensa
Vaticana, con su director, el padre Federico Lombardi y el vicedirector, padre Ciro
Benedettini, así como un grupo de técnicos de Radio Vaticano que trabajan en el Centro
transmisor de Santa María di Galeria, de las afueras de Roma.
En el Evangelio
propuesto por la liturgia del día, Jesús dice que quien no entra en el corral de las
ovejas por la puerta, no es el pastor. La única puerta para entrar en el Reino de
Dios, para entrar en la Iglesia – afirmó el Papa - es Jesús mismo. “Quien no entra
en el corral de las ovejas por la puerta, sino por otra parte, es un ladrón o un asaltante”.
Es “uno que quiere aprovecharse” – dijo el Pontífice – es uno que “quiere treparse”:
“También en las comunidades cristianas existen estos trepadores, ¿no?, que
buscan lo suyo… y consciente o inconscientemente aparentan entrar pero son ladrones
y asaltantes. ¿Por qué? Porque roban la gloria a Jesús, quieren la propia gloria y
esto es lo que decía a los fariseos: ‘Ustedes se glorifican unos a otros …’. Una religión
un poco como negocio, ¿no? Yo te glorifico y tú me glorificas. Pero estos no han entrado
por la puerta verdadera. La puerta es Jesús y quien no entra por esta puerta se equivoca.
Y ¿cómo sé que la puerta verdadera es Jesús? ¿Cómo sé que esa puerta es aquella de
Jesús? Pero, toma las Bienaventuranzas y haz aquello que dicen. Sé humilde, sé pobre,
sé manso, sé justo …”.
“Jesús – prosiguió el Papa - no solo es la puerta: es
el camino, es la vía. Existen tantos senderos, quizás más convenientes para llegar”:
pero son “engañosos, no son verdaderos: son falsos. El camino es solo Jesús”:
“Pero
alguno de ustedes dirá: ‘Padre, ¡usted es un fundamentalista!’. No, simplemente Jesús
ha dicho esto: ‘Yo soy la puerta’, ‘Yo soy el camino’ para darnos la vida. Simplemente.
Es una puerta bella, una puerta de amor, es una puerta que no nos engaña, no es falsa.
Siempre dice la verdad. Pero con ternura, con amor. Pero nosotros siempre hemos hecho
aquello que ha sido el origen del pecado original, ¿no? Tenemos ganas de tener la
llave de interpretación de todo, la llave y el poder de tomar nuestro rumbo, cualquiera
que sea, de encontrar nuestra puerta, cualquiera esa sea ”.
“A veces – afirmó
el Papa - tenemos la tentación de ser demasiado dueños de nosotros mismos y no humildes
hijos y siervos del Señor”:
“Y esta es la tentación de buscar otras puertas
u otras ventanas para entrar en el Reino de Dios. Solo se entra a través de aquella
puerta que se llama Jesús. Solo se entra a través de aquella puerta que nos conduce
por un camino que es un camino que se llama Jesús y nos conduce a la vida que se llama
Jesús. Todos aquellos que hacen otra cosa – dice el Señor – que trepan para entrar
por la ventana, son ‘ladrones y asaltantes’. El Señor es simple. No habla un lenguaje
difícil: Él es simple”.
Por último el Papa invitó a pedir “la gracia de tocar
siempre aquella puerta”:
“A veces está cerrada: estamos tristes, estamos desconsolados,
tenemos problemas en tocar, tocar aquella puerta. No vayan a buscar otras puertas
que parecen más fáciles, más cómodas, más accesibles. Siempre aquella: Jesús. Y Jesús
no desilusiona jamás, Jesús no engaña, Jesús no es un ladrón, no es un asaltante.
Ha dado su vida por mí: cada uno de nosotros debe decir esto: ‘Y tú que has dado la
vida por mí, por favor, abre, para que pueda entrar’” (RC-RV).