En el corazón de la gente: el cardenal Comastri sobre el primer mes del pontificado
(RV).- (Con Audio) Una certeza: «Dios guía la Iglesia con una fantasía imprevisible».
Un mensaje claro: «Sacudirse el polvo mundano» para «reencontrar el perfume encantador
de Belén». Un estilo pastoral lleno de «gestos que han entrado en el corazón de todos
como una luz inesperada que ilumina la noche». El cardenal Angelo Comastri, vicario
general de Su Santidad para la Ciudad del Vaticano, en una entrevista en el último
número de la versión italiana de L’Osservatore Romano, sintetiza así los primeros
33 días de pontificado del Papa Francisco. Un Pontífice, observa el cardenal, que
sin fatiga se ha ganado ya el corazón de la gente. Ha pasado poco más de un
mes del inicio del pontificado de Francisco. ¿Cómo resumir estos pocos pero significativos
días? (Audio):
Ante todo
subrayaría que el pontificado del Papa Francisco se ha iniciado bajo el signo de la
sorpresa; y esto es una prueba que Dios guía la Iglesia con una fantasía imprevisible.
Por primera vez en la historia, el Papa viene de América Latina; asomado al Balcón
de las Bendiciones, pide a su pueblo rezar para obtenerle la bendición de Dios y se
inclina profundamente, en el silencio inesperado de la plaza, para recibir esta bendición.
Sin duda ha sido un momento de extraordinaria intensidad espiritual.
¿Qué
enseñanza se puede obtener ? (Audio):
Sobre todo
la universalidad de la Iglesia católica, cuyos confines son los mismos del mundo.
Así puede llamar al supremo pontificado un hijo de la lejana Argentina. Esto es hermoso
y muestra una característica inconfundible de la Iglesia católica. Pero hay otro aspecto
que no se debe olvidar. Como sucesor del apóstol Pedro ha sido elegido un pastor que
ha vivido respirando diariamente los sufrimientos y las esperanzas de quien vive en
las periferias del mundo, geográficas y existenciales; un hombre dedicado a la sobriedad,
a lo esencial, que nos ayudará a sacudirnos un poco del polvo mundano para reencontrar
el perfume encantador de Belén.
¿Es esto lo que ha hecho que la gente se
enamore del Papa Francisco? (Audio):
Indudablemente
entre el Papa Francisco y la gente se ha instaurado de inmediato una corriente de
simpatía, que no es simplemente emotiva, sino un reconocimiento recíproco de pertenencia.
La gente se reconoce en la sencillez del Papa y el Papa se reconoce en el gozo de
ser siervo de la gente para comunicar la belleza y la riqueza del Evangelio. Y, en
un mundo vacío de valores, la transparencia del pastor es fundamental para dar crédito
a su testimonio entre aquellos que se le acercan.
¿Qué significado han asumido
los primeros momentos del pontificado? (Audio):
En primer
lugar la verdad central del cristianismo: Dios es amor, Dios es misericordia, Dios
está siempre dispuesto a acogernos en el abrazo del perdón para restituirnos la dignidad
de hijos de Dios. Con ocasión de la Pascua, en todas las Iglesias del mundo se ha
percibido un extraordinario movimiento de gente hacia la confesión. Ha sido el fruto
del primer mensaje del Papa, que, con tanta sencillez, ha dicho: «Dios no se cansa
jamás de perdonarnos. Somos nosotros los que, lamentablemente, nos cansamos de pedir
perdón. Volvamos a Dios: nos espera, te espera para perdonarnos». Y estas palabras
han sido acompañadas por gestos que han entrado en el corazón de todos como una luz
inesperada que ilumina la noche.
¿A cuales gestos se refiere en particular? (Audio):
Por ejemplo
el abrazo con el joven minusválido, que lentamente puede alzar el brazo al cuello
del Papa para estrecharlo como un hijo hace con el propio papá. Una escena inolvidable
sellada por el beso del Papa en el rostro feliz del joven restituido a su dignidad
de hijo de Dios. También el lavatorio de pies a los doce muchachos heridos en el alma,
recluidos en la cárcel romana de Casal del Marmo. Para ellos el Papa se ha trasformado
en el mensaje mismo que fue a llevarles: la puerta de la esperanza está abierta para
todos; se puede reconstruir una vida, se puede invertir la marcha de la propia existencia
abriendo el corazón al amor de Dios. Paul Ricoeur, un genial pensador contemporáneo,
ha hecho esta aguda observación: «Hoy la inquietud de mucha gente depende del hecho
que, por la noche, va a dormir sin saber por qué se despierta por la mañana. Hoy está
difundido un pavoroso vacío espiritual». Yo creo que el Papa nos está dando señales
claras para salir del vacío de nuestra existencia y volver a encontrar el hermoso
y fascinante sentido de la vida.