(RV).- Durante la Semana Santa, pensemos en la "paciencia" que Dios tiene con cada
uno de nosotros. Lo dijo el Papa Francisco durante la breve homilía en la misa que
celebra, como es habitual, todos en la capilla de la "Casa Santa Marta" en el Vaticano,
donde reside actualmente.
El emblema de la infinita paciencia que Dios tiene
para el hombre es el reflejo de la infinita paciencia que Jesús tiene para Judas.
El Papa Francisco tomó la escena del evangelio de ayer, en el que Judas critica la
elección de María, hermana de Lázaro, de ungir los pies de Jesús con trescientos gramos
de perfume precioso: sería mejor - dijo Judas - venderlo y dar el dinero a los pobres.
Juan observa en el Evangelio que a Judas no le interesan los pobres, sino
el dinero que robó. Sin embargo, el Papa observó: "Jesús no le dijo: tú eres un ladrón".
“Sino que fue paciente con Judas, tratando de atraerlo a Él con su paciencia, con
su amor”.
“Haríamos bien en pensar durante esta Semana Santa -añadió el Papa-
en la paciencia de Dios, en la paciencia que Dios tiene con nosotros, con nuestras
debilidades, nuestros pecados ".
También en el pasaje de Isaías de la primera
lectura, el Papa subrayó la mansedumbre, la paciencia de Jesús. Que es la paciencia
de Dios mismo. "Cuando uno piensa acerca de la paciencia de Dios, eso es un misterio!",
exclamó el Papa. "¡Cuánta paciencia tiene con nosotros! Hacemos muchas cosas, pero
Él es siempre paciente".
“Y lo es al igual que aquel padre, que el Evangelio
dice que vio a su hijo desde lejos. Aquel hijo que se había ido con todo el dinero
de su herencia". ¿Y por qué -preguntó el Papa-, lo vio desde lejos?”. "Porque todos
los días iba a lo alto de una colina para ver si volvía".
“Ésta -repitió Francisco-
es la paciencia de Dios, esta es la paciencia de Jesús". Y concluyó invitando a los
fieles a pensar en esta Semana Santa: ¿cómo ha sido en mi vida, la paciencia de Jesús
conmigo? Sólo esto. Y luego, de nuestro corazón vendrá una palabra: ¡Gracias, Señor!
Gracias por tu paciencia". (ER – RV)