2013-02-28 16:10:47

¡Gracias Santidad!


(RV).- Son muchas las muestras de afecto que están llegando al Vaticano para dar las gracias al Santo Padre por su labor constante en la Sede de Pedro en estos 8 años de pontificado y por su servicio en la oración a partir de ahora de “una forma nueva, pero siempre a los pies de Cristo Crucificado”.

Una de las cartas que más llegan al corazón proviene de un grupo de miembros del clero y fieles de China que dicen que, a pesar de no haber podido ver al Papa porque no ha tenido la oportunidad de visitar personalmente el país, la renuncia del Pontífice les deja ahora más huérfanos.

“Todos los cristianos -señala la carta- están sufriendo por Cristo, pero sólo los católicos en China están sufriendo, al mismo tiempo, por Su Santidad, nuestro Papa, Obispo de Roma". A pesar de su obligado silencio, largo y profundo, sabemos que Su Santidad ha prestado una especial atención a China y reservó un lugar especial en su corazón para la Iglesia católica en China.

Usted ha buscado promover el diálogo y aliviar la cruz que llevamos, mostrando preocupación y dando su bendición a China y al pueblo chino. Durante los ocho años de su pontificado, siempre se ha preocupado por el clero y los fieles de nuestra tierra con profundos sentimientos de amistad hacia nuestro pueblo. No olvidaremos su amor, su atención, el alivio que nos ha dado en los momentos de desgracia y dolor. No olvidaremos su bendición y su generosidad.

Al final del pontificado de Benedicto XVI, la Unión Mundial de Organizaciones Femeninas Católicas ha querido expresar también al Santo Padre el sincero agradecimiento por el alto magisterio con el cual en repetidas ocasiones hizo hincapié en la igual dignidad de la mujer con el hombre, alentando a la Iglesia a reconocer y potenciar el papel contra cualquier discriminación cultural y social.

“Nuestra oración, Santidad, le acompañará en su nueva condición de retiro del mundo junto a la gratitud por el servicio valiente que ha hecho en los últimos años anunciando el Evangelio a todos los continentes, a través de un llamamiento fuerte y con autoridad para redescubrir las raíces de nuestra fe y dar sentido a nuestra existencia”.

“Le pedimos que recuerde en sus oraciones el compromiso que llevamos adelante con humildad al servicio de la evangelización y de la promoción de la vocación propia de la mujer en nuestras asociaciones de todos los continentes. El Espíritu Santo, que conduce la barca de Pedro, le conceda días serenos. ¡Gracias Santidad!
(ER - RV)








All the contents on this site are copyrighted ©.