(RV).- (Audio) El Papa Benedicto
nos habló de Jesús no solamente en sus libros sobre “Jesús de Nazaret” y el de la
infancia. Cada domingo en la reflexión previa a la oración mariana del ángelus tomaba
el evangelio del domingo, lo mismo que en sus homilías y las catequesis de los miércoles.
Como
Sucesor de Pedro, Jesús y su evangelio inspiraron sus encíclicas y su férrea defensa
de la dignidad de la persona y el bien de la familia humana toda y no solamente la
católica. Mientras las organizaciones internacionales continúan sumando desvergonzados
fracasos, aliadas a los intereses corporativos y de parte, Benedicto ha sido la única
voz internacional y que solo en razón de la verdad, ha pedido constantemente el cese
de la violencia, la guerra, los atropellos.
Con Jesús como centro de su magisterio,
el profundo, claro, sereno y valiente Benedicto XVI -que se definió a sí mismo como
“colaborador de la Verdad”-, pasará a lo historia de los grandes padres de la Iglesia.
Y para el que escucha y lee atentamente su actualización del misterio de Jesús hoy,
Benedicto XVI es un verdadero faro que ilumina el camino que Jesús muestra al hombre
desorientado y gravemente herido de nuestro tiempo y el venidero.
Benedicto
XVI nos deja un magisterio valiente, que aún nos espera intacto, si queremos transformar
el mundo roto con el Amor de Jesús victorioso del mal y de la muerte.