Conferencia Episcopal de Chile: rechazo a la violencia contra los mapuches
(RV).- Un nuevo atentado incendiario se ha registrado en región chilena de La Araucanía.
Este es el primero tras una pausa de 48 horas en la zona, a casi 700 kilómetros al
sur de Santiago, tras varios incendios premeditados ocurridos entre el viernes y sábado
pasados, en uno de los cuales murió calcinado en su casa el matrimonio integrado por
Werner Luchsinger, de 75 años, y Vivian Mackay, de 69. La muerte de ambos llevó al
Gobierno a pedir que los responsables sean procesados por la ley antiterrorista y
a aumentar aún más el ya numeroso contingente policial desplegado en la región, donde
se arrastra desde hace varios años el llamado "conflicto mapuche". La reclamación
por parte de algunas comunidades de tierras que consideran ancestrales y que están
en manos de empresas agrícolas o forestales ha enmarcado una creciente actividad de
grupos que han optado por la violencia para sustentar esas demandas.
Declaración
de Misión Mapuche de la Compañía de Jesús (fuente: Conferencia episcopal de Chile)
Junto al dolor de la familia Luchsinger-Mackay, los jesuitas rechazan la violencia
y reafirman su llamado al diálogo y a evitar criminalizar a todo el pueblo mapuche.
Texto
completo de la declaración:
"Desde Tirúa, los jesuitas y colaboradores
que caminamos en solidaridad junto a las comunidades mapuche volvemos a manifestar
nuestro total rechazo a la violencia y reafirmamos nuestra vocación de diálogo y de
paz. Nos hacemos parte del dolor de la familia Luchsinger-Mackay de Vilcun. Muchas
familias mapuche y no mapuche han sufrido la muerte de sus seres queridos en el contexto
de este conflicto en los últimos años. Reiteramos nuestro llamado al diálogo y la
reparación histórica como único camino que establecerá una paz duradera. Pedimos celeridad
y claridad en la búsqueda de los responsables de este cruel atentado evitando criminalizar
a todo un pueblo. Así también pedimos que el Estado de Chile demuestre el mismo rigor
y la misma fuerza en la condena de toda violencia y de todo asesinato en Arauco y
en Araucanía. Nosotros hemos expresado en diversas ocasiones nuestra solidaridad
con las justas demandas del pueblo mapuche. Nuestros obispos lo han expresado de igual
forma en su última carta pastoral. Hemos repetido una y otra vez que mientras no se
atiendan las raíces históricas de dicha demanda no encontraremos caminos de justicia
que aseguren la paz. Vemos con preocupación que los caminos para una solución a los
orígenes históricos de este conflicto son el gran ausente del debate acrecentando
el dolor de quienes esperan hace muchos años. Condenamos nuevamente el uso de violencia
y el atentado a la vida de las personas. La demanda mapuche no puede ni debe confundirse
con violencia contra personas y menos con muerte. Es una demanda de vida para su pueblo
y para todos. Consideramos que la persecución policial, el uso de ley antiterrorista
y la judicialización del conflicto no son las herramientas para una solución de raíz.
Quienes por otra parte han desestimado el diálogo y atacado con violencia le hacen
un daño muy grande a la histórica y justa demanda de reparación del pueblo mapuche.
La violencia sólo conduce a más violencia. La justicia, el diálogo y el respeto a
los derechos humanos de todos es el camino para reconciliar la tierra herida y las
relaciones rotas". Firma la nota Carlos Bresciani, sj, encargado de la Misión Mapuche
de la Compañía de Jesús. Fuente: Prensa CECh Tirúa, 07/01/2013