(RV).- (Con audio) En su editorial para el semanario Octava Dies del Centro
Televisivo Vaticano, nuestro Director General, el P. Federico Lombardi se refiere
a la figura de los Magos, tal como Benedicto XVI escribe en su último libro, y a lo
que representan también para el hombre actual:
Hombres
de cierta inquietud interior; hombres animados por la dinámica de ir más allá de sí
mismos; filósofos, es decir, amigos de la sabiduría que, además del saber científico
buscan la comprensión del todo; que llevan la razón a sus posibilidades más elevadas;
que siguiendo a Sócrates se interrogan más allá de la religión oficial acerca de la
verdad más grande; y que tras Abraham parten a la llamada de Dios.
Éstos
son algunos de los modos con los que el Papa – en su último libro sobre la infancia
de Jesús – trata de responder a la pregunta: "¿Qué tipo de hombres eran los Magos?".
Y continúa: Son la humanidad que se encamina hacia Cristo, representan la expectativa
interior del espíritu humano, el movimiento de las religiones y de la razón humana
que sale al encuentro de Cristo.
En este Año de la fe los Magos pueden
y deben acompañarnos. Porque la fe jamás se da por descontada. Una fe que se da por
descontada no es fe. La fe es el alma de una peregrinación y de una búsqueda siempre
nueva, a la cual – como los Magos – no son extraños la creación, las ciencias, las
tradiciones, las Escrituras, las fatigas de la razón y de la vida, el diálogo con
quien se encuentra en el camino. La fe es camino en la esperanza en nuestra tierra,
en las situaciones muy concretas del 2013 que inicia. Los Magos son premiados por
un encuentro sorprendente, fuente de grandísima alegría. ¿Por qué no esperarlo también
nosotros?