Llamamiento a la esperanza del obispo de Gonaives, Haití, para el renacer de su pueblo.
(RV).- Mons. Yves-Marie Péan, obispo de Gonaives en Haití ha invitado a su pueblo
a la esperanza, en el Te Deum" de acción de gracias por el año que acaba de terminar
y en el Día de la Independencia de Haití, que se celebra el 1 de enero. En la Catedral
de San Carlos Borromeo de Gonaives el prelado dijo que “cada haitiano está llamado
a asumir sus responsabilidades, con decisiones sabias e inteligentes, para que el
pueblo pueda renacer y convertirse en dueño de su destino”. El obispo señaló que
muchos haitianos siguen sufriendo en el país: los desempleados, los discapacitados,
los enfermos, las personas sin hogar, los jóvenes preocupados por su futuro y las
víctimas del terremoto, los huracanes e inundaciones que han afectado a la isla en
los últimos años. "Son todavía demasiados - dijo - los ciudadanos que no tienen
acceso al agua potable, a una vivienda digna o la educación y que viven en condiciones
de vida que son incompatibles con el Hombre del que hablan las Escrituras hecho a
la imagen y semejanza de Dios". Por esta razón, "el hombre haitiano" está llamado
a contribuir personalmente a mejorar las condiciones de vida de la nación: "si renuncia
a usar las facultades otorgadas por Dios y deciden los programas otros por él - advirtió
monseñor Péan - se convertirá en el artífice de sus propias desgracias”. Pero Haití
- dijo el obispo de Gonaives - también necesita "un clima de diálogo en la verdad,
en la reconciliación, la tolerancia y la cooperación social y respetuosa” todo esto
contribuirá a la estabilidad social, política y a la paz ".
Recordamos, que
360.000 haitianos siguen viviendo en campamentos para desplazados, casi tres años
después del terrible terremoto que azotó a Haití el 12 enero de 2010 y que causó más
de 230 mil muertos, cientos de miles de heridos y por lo menos 1 millón 200 mil damnificados. El
paso del huracán "Sandy" por la isla, en octubre de 2012, causó también más de 60
víctimas mortales, además de incontables daños materiales -en puentes, carreteras,
acueductos y la agricultura-, de los que el país empieza a recuperarse lentamente.
(ER-RV)