(RV).- (Audio) La imagen de hoy es
una bendición más grande y brillante que el sol, porque los cristianos iniciamos el
año civil rogando y recibiendo la bendición de Dios. Esta bendición es Jesús mismo,
el Hijo de Dios hecho hombre, que nos bendice desde el regazo de su Madre, la Madre
de Dios, a quién celebramos el 1 de enero. Queremos peregrinar el año en compañía
de Jesús.
Dijo el Papa el 1ro de enero de 2013: “Como la luz y el calor
del sol, son una bendición para la tierra, así la luz de Dios lo es para la humanidad,
cuando Él hace brillar sobre ella su rostro. Y esto sucedió con el nacimiento de Jesucristo.”