2012-12-22 12:10:58

Mensajes de Navidad de obispos en Patagonia y del Perú


(RV).- Los obispos de la región Patagonia-Comahue quieren en su mensaje a los fieles compartir con ellos la esperanza de una alegría siempre nueva. Dicen que “celebrar la Navidad no solo es recordar un nacimiento sucedido hace 2000 años, sino celebrar un nacimiento actual: porque Jesucristo, Señor de la historia, nace hoy en nuestras vidas y en nuestra realidad. Recuerdan que esta Navidad tiene una característica especial: acontece dentro del Año de la Fe que el Papa Benedicto XVI nos propuso vivir. En su carta Porta Fidei “nos alienta a redescubrir el camino de la fe para iluminar de manera cada vez más clara la alegría y el entusiasmo renovado del encuentro con Cristo”.

Los prelados de la Patagonia nos invitan a volver la mirada hacia el nacimiento de Belén. El pesebre no es un lugar lindo, cómodo, confortable. Es cierto que le faltan muchas cosas al Niño Jesús, pero estaba presente lo más importante para su vida: su mamá, la Virgen, que lo envolvió en pañales y lo recostó a su lado mientras José lo cuidaba. Hoy también nuestras familias y nuestra sociedad se presentan en varios de sus aspectos como el pesebre de Belén: con algunas carencias, pero con un amor generoso hacia sus hijos.

Creemos, dicen los obispos, que Jesús elige hoy también nacer en este pesebre. No rechaza nacer allí. Este nacimiento renueva nuestra esperanza, porque demuestra que Dios nos ama y quiere una vez más caminar entre nosotros. Así este nacimiento nos invita a elegir también nosotros el pesebre, es decir, elegir una vida en sobriedad sin ostentaciones, estar cerca de los necesitados, fundar nuestra alegría más en las personas que en las cosas, en la comunión de la familia.


Asimismo, los pastores de la Conferencia Episcopal peruana, también instan a contemplar cómo la grandeza Divina se reviste de humildad y fragilidad en el Niño Dios. Y señalan que la Navidad es un tiempo para volver nuestro corazón hacia Jesús y para dirigir nuestra mirada hacia los más débiles e indefensos. Navidad es la celebración de la vida. La vida es el primer derecho de todo ser humano y debe estar por encima de cualquier otro derecho o valor social, político, económico, psicológico y familiar.

Si una sociedad no asegura la vida de los no nacidos, es una sociedad que vive como una tragedia su misión fundamental, la cual consiste en dar, reconocer, proteger y promover la vida de todos. En este contexto navideño, los obispos de Perú invitan a todos los hombres de buena voluntad, a crear lazos de solidaridad y de fraternidad, a abrir caminos justicia y de perdón que nos ayuden a formar una nueva civilización fundada en el amor. Que el primer villancico de la historia cantado por los Ángeles: “¡Gloria a Dios en el cielo y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad!”(Lc 2,14) sea el programa de todos los peruanos en el nuevo año que se avecina. (ER –RV)









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