KAICIID: laboratorio para el diálogo sobre los derechos humanos fundamentales
(RV).- (audio)Se llevó a cabo este
lunes en Viena la ceremonia de apertura del Centro Internacional para el Diálogo Interreligioso
e Intercultural Kaiciid, dedicado al Rey Abdullah Ben Abdulaziz. Se trata de una organización
independiente, reconocida por la ONU, fundada por Arabia Saudita, Austria y España,
a la que también ha adherido la Santa Sede como miembro Observador Fundador. El enviado
pontificio, cardenal Jean-Louis Tauran, presidente del Pontificio Consejo para el
Diálogo Interreligioso, que traía los saludos del Papa, destacó en su discurso que
el Kaiciid es una nueva oportunidad para el debate sobre los muchos aspectos de los
derechos fundamentales.
Nos observan. Todo el mundo espera de la iniciativa
del Rey Abdullah, apoyada por los gobiernos de Austria y España, con la asistencia
de la Santa Sede como Observador Fundador, clarividencia, honestidad y credibilidad.
Este Centro brinda otra oportunidad para un diálogo abierto en numerosos temas, incluidos
los relacionados con los derechos humanos fundamentales, en particular con la libertad
religiosa, en todas sus formas, para todos, para todas las comunidades, en cualquier
lugar.
A este respecto, señaló el cardenal Tauran: “la Santa Sede está
particularmente interesada en el destino de las comunidades cristianas en aquellos
países donde esta libertad no está garantizada adecuadamente. Información, nuevas
iniciativas, aspiraciones, y quizá también fallos, serán sometidos a nuestra atención”.
“Será entonces misión del Centro -señaló el purpurado- verificar, también con la
cooperación de otras organizaciones, su autenticidad y actuar en consecuencia, para
que nuestros contemporáneos no resulten privados de la luz y las propuestas que la
religión ofrece para la felicidad de todo ser humano. Los creyentes, subrayó el cardenal
Tauran, “tienen que sostener todo lo que favorezca a la persona humana en sus aspiraciones
materiales, morales y religiosas”.
Para ello son necesarios tres comportamientos: 1.
Respeto del otro en sus aspiraciones religiosas. Respeto del otro en su especificidad. 2.
Conocimiento objetivo mutuo de las tradiciones religiosas y culturales de cada uno,
particularmente a través de la educación. 3. Colaboración para que nuestra
peregrinación hacia la Verdad se realice en la serenidad y en la libertad.
En
conclusión y citando al Papa Benedicto XVI, el presidente del Pontificio Consejo para
el Diálogo Interreligioso aseguró la cooperación de la Iglesia Católica: “Con su presencia,
su oración y sus diversas obras de misericordia, especialmente en el campo de la educación
y la sanidad, desea dar lo mejor que tiene. Desea mostrarse cercana de quien está
en necesidad, de quien busca a Dios”. (ER-RV)
viernes, 23 de
noviembre
(RV).- (Audio) La Santa Sede adhiere
en calidad de “Observador Fundador” en la inauguración, el 26 de noviembre, en Viena
del “Centro Internacional para el Diálogo Interreligioso e Intercultural Rey Abdullah
Bin Abdulaziz", lo informa en un comunicado el padre Federico Lombardi recordando
que el nombre de este centro hace referencia a la iniciativa del Rey de Arabia y tiene
tres "Estados Fundadores": el Reino de Arabia Saudita, la República de Austria y el
Reino de España.
Se trata de una nueva institución que tiene como finalidad
promover el diálogo entre las religiones y las culturas vista siempre favorablemente
en la perspectiva de la comprensión y de la convivencia pacífica entre los pueblos,
una necesidad fundamental de la humanidad de hoy y de mañana. Se recuerda que en el
año 2007 el Rey de Arabia Abdullah Bin Abdulaziz habló con el Santo Padre de esta
iniciativa durante el encuentro que tuvo lugar el 6 de noviembre de aquel año en el
Vaticano.
El comunicado destaca que es importante tener en cuenta que el
nuevo centro no se puede considerar como una institución propia del Reino de Arabia
Saudita, sino como una Organización internacional independiente, reconocida por la
ONU, y constituida por los tres Estados Fundadores dos de ellos de antigua tradición
cristiana. El portavoz vaticano destaca que “la Iglesia Católica está presente entre
las diferentes religiones y comunidades religiosas de la Boardof Directors,
que se califica como el motor de las iniciativas del Centro, y para representarla,
en este Centro Internacional, desde el principio estará el P. Miguel Ayuso Guixot,
Secretario del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso”.
Además
el padre Lombardi indica que la Santa Sede, “como Observador Fundador, no dejará de
poner de relieve sus preocupaciones acerca del respeto efectivo de los derechos fundamentales
de los cristianos que viven en países de mayoría musulmana, con el fin de promover
la libertad religiosa en sus diversas expresiones. Y concluye constatando su parecer
de que el nuevo Centro de Viena ofrecerá de esta manera un espacio adecuado para que
estos temas encuentren un modo de ser manifestados y escuchados, y para que los problemas
que emergerán encuentren las soluciones oportunas.
Patricia L. Jáuregui Romero
- Radio Vaticano
TEXTO COMUNICADO DE PRENSA 23.11.12
Inauguración
del KAICIID en Viena Comunicación del P. Lombardi a Radio Vaticano Viernes,
23 de noviembre 2012 El próximo lunes, 26 de noviembre, se inaugurará en Viena
el "Centro Internacional para el Diálogo Interreligioso e Intercultural Rey Abdullah
Bin Abdulaziz," que - como dice su nombre – hace referencia a la iniciativa del Rey
de Arabia y tiene tres "Estados Fundadores": el Reino de Arabia Saudita, la República
de Austria y el Reino de España. La Santa Sede, por su parte, ha aceptado la invitación
para adherir en calidad de "Observador Fundador", y una delegación de alto nivel vaticana
asistirá a la ceremonia de inauguración. Se han realizado diversas preguntas sobre
los motivos y el significado de la adhesión de la Santa Sede a esta iniciativa. Como
Director de la Oficina de Prensa, puedo especificar lo siguiente: El centro que
se inaugurará el lunes en Viena es una nueva institución que tiene como finalidad
promover el diálogo entre las religiones y las culturas. Esta finalidad hay que verla
siempre favorablemente en la perspectiva de la comprensión y de la convivencia pacífica
entre los pueblos, una necesidad fundamental de la humanidad de hoy y de mañana. El
Rey de Arabia Abdullah Bin Abdulaziz habló con el Santo Padre de esta finalidad durante
el encuentro que - como se recordará – tuvo lugar el 6 de noviembre del 2007 en el
Vaticano. Es importante tener en cuenta que el nuevo centro no se puede considerar
como una institución propia del Reino de Arabia Saudita, sino como una Organización
internacional independiente, reconocida por la ONU, y constituida por tres Estados
Fundadores, dos de ellos con antiguas tradiciones cristianas. Se trata pues de una
oportunidad y un espacio de diálogo, del que es justo aprovecharse y en el que es
oportuno estar presentes para hacer un mayor uso de la experiencia y la autoridad
de la Santa Sede en el campo del diálogo interreligioso. El status de Observador Fundador
es el más adecuado para garantizar esta presencia, respetando la naturaleza propia
de la Santa Sede, y permitiéndole expresar sus propias expectativas. La Iglesia
Católica está presente entre las diferentes religiones y comunidades religiosas de
la Board of Directors, que se califica como el motor de las iniciativas del Centro,
y para representarla desde el principio estará el P. Miguel Ayuso Guixot, Secretario
del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso. Esta constituye una ocasión
importante para, en un lugar de alto nivel cultural e internacional, presentar la
visión de la Iglesia sobre el diálogo, la persona humana y su vocación, la ética y
la religión, las relaciones sociales, la justicia y la paz. Por supuesto, esto ya
sucedía y sucede en muchos lugares y en muchas ocasiones, pero la diversidad y el
pluralismo del mundo de hoy exigen multiplicar las direcciones y las ocasiones en
las que desarrollar el papel activo y proactivo de la Iglesia cada vez que sea posible. Por
supuesto, la Santa Sede, como Observador Fundador, no dejará de poner de relieve sus
preocupaciones acerca del respeto efectivo de los derechos fundamentales de los cristianos
que viven en países de mayoría musulmana, con el fin de promover la libertad religiosa
en sus diversas expresiones. El nuevo Centro de Viena ofrecerá de esta manera un espacio
adecuado para que estos temas encuentren un modo de ser manifestados y escuchados,
y para que los problemas que emergerán encuentren las soluciones oportunas.