2012-11-22 14:26:23

El artista: testigo privilegiado de la belleza de la fe, mensaje del Papa a las Pontificias Academias


(RV).- Con el mensaje del Santo Padre Benedicto XVI en ocasión de la XVII Sesión Pública de las Pontificias Academias, la tarde del 21 de noviembre, en Roma, en el Aula Magna del Palazzo San Pio X; tuvo lugar el encuentro dedicado al tema “Pulchritudinis fidei testis. El artista, como la Iglesia, testigo de la belleza de la fe”. Los trabajos fueron introducidos por el Card. Gianfranco Ravasi, Presidente del Pontificio Consejo de la Cultura y del Consejo de Coordinación entre Academias Pontificias.

El mensaje del Papa fue leído por el Cardenal Secretario de Estado Tarcisio Bertone, antes de la entrega de los nombramientos al Presidente, Secretario y Académicos de la neo constituida Pontificia Academia Latinitas y el Premio de las Pontificias Academias a los ganadores de este año.



El Papa dirige su menaje al cardenal Gianfranco Ravasi, y en él además de saludar también al Consejo de Coordinación, a los Cardenales, Obispos, Sacerdotes, Religiosas, Religiosos, Embajadores y público en general, dedica un particular pensamiento a las Autoridades y a los Académicos de la Pontificia Academia Latinitatis apenas instituida con el Motu Proprio Latina Lingua para dar un renovado vigor al conocimiento, estudio y uso de la lengua latina, tanto en la Iglesia como en las Instituciones universitarias y escolares.


En efecto el Presidente es el Prof. Ivano Dionigi, a quien el Papa auspicia una actividad fecunda en la promoción del latín que –como indica- requiere de ser transmitido a las nuevas generaciones. Aludiendo al tema de esta sesión, “Pulchritudinis fidei testis. El artista, como la Iglesia, testigo de la belleza de la fe”, el Papa recuerda el íncipit del Motu Proprio con el que se instituye la unión de la Pontificia Comisión para los Bienes Culturales de la iglesia con el Pontificio Consejo de la Cultura para hacer una más orgánica integración en el ámbito de la misión del Dicasterio.


Esta iniciativa que nace en el Año de la fe, tiene como objetivo el de nuevamente proponer a todos los fieles la fuerza y la belleza de la fe, gran inspiración del Concilio Ecuménico Vaticano II. El mensaje recuerda que en la apertura del Año de la fe, el Santo Padre hizo entrega de los Mensajes del Concilio a los representantes de las varias categorías entre ellas la de los artistas.


“En el denso y profundo Mensaje del Concilio a los artistas está maravillosamente sintetizado el recorrido que la Iglesia del XX siglo, sobre todo mediante la acción certera y constante del Siervo de Dios Pablo VI había emprendido para reavivar el diálogo con el mundo de las artes, cada vez más lejano del horizonte de sentido y de la experiencia de fe propuestos por la Iglesia. El impulso al diálogo impreso por el Concilio Vaticano II se tradujo en otros momentos y gestos igualmente significativos cuanto decisivos. El Beato Juan pablo II quiso escribir una Carta a los artistas en la vigilia del Gran Jubileo del año 2000, confiando a la Iglesia y a los artistas una Piedra angular en el camino de diálogo y colaboración. De aquel famoso texto quisiera citar: «Toda forma auténtica de arte es, a su modo, una vía de acceso a la realidad más profunda del hombre y del mundo. Por ello, constituye un acercamiento muy válido al horizonte de la fe, donde la vicisitud humana encuentra su interpretación completa. Este es el motivo por el que la plenitud evangélica de la verdad suscitó desde el principio el interés de los artistas, particularmente sensibles a todas las manifestaciones de la íntima belleza de la realidad» (n. 6)”.


El Papa expresa que él mismo, queriendo solicitar una vez más este diálogo tan necesario y vital encontró una numerosa representación de artistas en la Capilla Sixtina el 21 de noviembre de 2009, ocasión en la que se dirigió a este ámbito de la vida social con un intenso llamamiento en el que reafirmaba la voluntad de la Iglesia de “volver a encontrar la alegría de la reflexión común y de una acción concorde, para colocar nuevamente en el centro de la atención de la Comunidad eclesial como de la sociedad civil y del mundo de la cultura el tema de la belleza”.



Benedicto XVI alude a la figura del artista como a la de un testigo privilegiado de la belleza de la fe, capaz de participar con su específica y original contribución a la misma vocación y misión de la Iglesia, en particular cuando, en las diversas expresiones del arte, quiera o esté llamado a realizar obras de arte directamente conexas a la experiencia de fe y al culto, a la acción litúrgica de la Iglesia, cuya centralidad viene definida por el Concilio Vaticano II con la conocida expresión “fons et culmen” (Cost. Sacrosanctum Concilium, 10).


Además el Sucesor de Pedro expresa su vivo deseo al inicio del Año de la fe de invitar calurosamente a todos los artistas cristianos, así como a los que se abren al diálogo con la fe, a recorrer el camino trazado por Pablo VI, para hacer que su recorrido artístico pueda ser, y mostrarse siempre más luminosamente, como un itinerario integral, en el que todas las dimensiones de la existencia humana participen, en modo tal de dar testimonio eficaz de la belleza de la fe en Jesucristo, imagen de la gloria de Dios que ilumina la historia de la humanidad.


Citamos textualmente el último párrafo de la Carta del Papa: “Para alentar a cuantos entre los artistas más jóvenes, quieran ofrecer la propia contribución para la promoción y la realización de un nuevo humanismo cristiano mediante la búsqueda artística, acogiendo la propuesta formulada por el Consejo de Coordinación entre Academias, tengo el agrado de asignar ex aequo el Premio de las Pontificias Academias, este año dedicado a las artes y particularmente a los ámbitos de la pintura y de la escultura, a una escultora polaca, Anna Gulak y a un Pintor David López Ribes. Deseo, además que, como signo de aprecio y de aliento, se ofrezca la Medalla del Pontificado al joven escultor italiano Jacopo Cardillo. Auspicio, por último, a todos los Académicos un compromiso siempre más apasionado en los respectivos campos de actividad, tomando también la preciosa oportunidad del Año de la fe, y, mientras confío a cada uno a la materna protección de la Virgen María, la Tota Pulchra, modelo de la fe de los creyentes, de corazón imparto a Usted, Señor Cardenal, y a todos los presentes una especial Bendición Apostólica”, concluye el mensaje del Papa a las Pontificias Academias.


Patricia L. Jáuregui Romero – Radio Vaticano









All the contents on this site are copyrighted ©.