Ese misterioso deseo de Dios, inscrito en el corazón del hombre
Especial la Voz del Papa
(RV).- (Con audio) A la hora del ángelus
dominical del pasado 11 de noviembre, el Santo Padre afirmó que en la balanza de la
justicia divina no se pesa la cantidad de los dones, sino el peso de los corazones,
para subrayar la unidad inseparable entre fe y caridad.
Es urgente impulsar
el diálogo entre ciencia y fe por el bien de la humanidad, de la paz mundial y de
nuestro destino final. Agradecimiento y exhortación del Papa a la Pontificia Academia
de las Ciencias.
“Debemos hacer todo lo posible porque un día podría ser demasiado
tarde”. Lo dijo Benedicto XVI el pasado 7 de noviembre al dirigir un nuevo un llamamiento
ante la situación de violencia que se vive en Siria.
El Papa dedicó su catequesis
de la audiencia general del primer miércoles de noviembre al misterioso deseo de Dios,
inscrito en el corazón del hombre.