(RV).-(audio)Con la novena y décima
Congregación General, respectivamente mañana y tarde, termina hoy la primera semana
del Sínodo de los Obispos dedicado a la nueva evangelización. Ayer tarde, los Padres
sinodales escucharon la intervención de un invitado especial: el profesor Werner Arber,
premio Nobel de medicina en 1978, nombrado en 2011 por el Papa Benedicto XVI presidente
de la Academia Pontificia de las Ciencias, el primer protestante en ocupar este cargo.
El profesor Arber dijo que “ciencia y fe son, y deben seguir siendo elementos
complementarios pare el conocimiento humano”. El suyo fue un discurso técnico, pero
también muy humano, basado en la convicción de que la ciencia "hasta ahora no ha podido
encontrar respuestas pertinentes" a todas las preguntas del hombre, sobre todo a aquellas
que "trascienden el ámbito natural”. Papel que, en cambio, las creencias religiosas
pueden jugar.
Benedicto XVI, que como en todas las sesiones estuvo presente
en el aula, escuchó con mucha atención la relación del presidente de la Academia Pontificia
de las Ciencias sobre todo cuando citó el Génesis para demostrar que desde entonces
hay una correlación entre fe y ciencia. “El Antiguo Testamento muestra una secuencia
lógica de eventos posibles para la creación de la vida”. El profesor Arber explicó
que "hasta ahora, la ciencia no tiene una idea precisa de los fundamentos de la vida",
es decir, de la "supuesta creación de la nada", que es "material a ser tratado por
la filosofía". Y aún suponiendo que pueda haber vida en planetas extraterrestres,
el premio Nobel advirtió: “no hay evidencia científica para esta hipótesis”.
En
el Sínodo resonó también el grito de los cristianos de Iraq. En este país probado
por muchos años de guerra, la pequeña comunidad católica ofrece su silencioso testimonio
de caridad como única forma posible de evangelización. El obispo auxiliar caldeo de
Bagdad, Mons. Shlemon Warduni, afirmó que “en los países musulmanes difícilmente se
puede hablar de evangelización, porque la gente piensa que su religión es la primera
entre todas las religiones. No está permitido convertirse al cristianismo, por lo
tanto no se puede evangelizar. Sin embargo, como para nosotros la evangelización es
vital -señalo el prelado iraquí- damos testimonio con nuestras vidas. Es una manera
de evangelizar como lo hicieron los primeros cristianos.
Ayer en la apertura
de la séptima Congregación, el Secretario General del Sínodo, el arzobispo Nikola
Eterovic, expresó, en nombre de los Padres sinodales la cercanía, solidaridad y participación
a la Conferencia Episcopal de Nigeria por haber encontrado una vía de diálogo para
promover la paz en la justicia, en relación con los disturbios que están generando
violencia en el país, especialmente en el norte. Se rezó para que las religiones no
sean manipuladas por los grupos y partidos políticos, sino que sean un factor de comprensión,
cooperación y paz. (ER – RV)