Dos figuras luminosas: nuevos Doctores de la Iglesia
(RV).-La solemne proclamación de san Juan de Ávila, sacerdote español, y de santa
Hildegarda de Bingen, religiosa alemana, como Doctores de la Iglesia Universal - pronunciada
por Benedicto por XVI- precedió la solemne apertura de la XIII Asamblea General Ordinaria
del Sínodo de los Obispos, con la celebración de la Santa Misa. Y la Iglesia Universal
difundida en todo el mundo se unió, por medio de la radio y la televisión, a los numerosos
Padres Sinodales, Cardenales, Obispos y peregrinos que acudieron a la Plaza de San
Pedro, adornada con banderas de tantos países, entre las que sobresalían las de España
y Alemania - para vivir este día de fiesta y escuchar al Papa que la enriqueció con
estos dos nuevos santos Doctores, Juan de Ávila e Hildegarda de Bingen, que supieron
‘escuchar’ a Jesús – admirando la amorosa y profunda presencia del Hijo de Dios en
la historia del mundo - y cuya actualidad resplandece de forma especial hoy, como
modelos de testimonio de la alegría de la fe y de una infatigable y fecunda búsqueda
de la verdad.
Ésta fue la solemne fórmula pronunciada por Benedicto XVI en
latín:
«Acogiendo
el deseo de muchos Hermanos en el Episcopado y de muchos fieles del mundo entero,
después de haber recibido el parecer de la Congregación de las Causas de los Santos,
después de haber reflexionando largo tiempo y habiendo alcanzado plena y segura convicción,
con la plenitud de la autoridad apostólica declaramos a San Juan de Ávila, sacerdote
diocesano, y a Santa Hildegarda de Bingen, monja profesa de la Orden de San Benito,
Doctores de la Iglesia Universal. En el nombre del Padre y del Hijo y del
Espíritu Santo»