No se trata de escribir una “contra historia del Concilio”
(RV).- (Con audio) “El Concilio Ecuménico
Vaticano II a la luz de los archivos de los Padres Conciliares en el 50° aniversario
de su apertura”. Así se titula el Congreso Internacional que se celebrará a partir
de mañana y hasta el próximo día 5, y que fue presentado esta mañana en el Aula Juan
Pablo II de la Sala de Prensa de la Santa Sede.
La presentación corrió a cargo
de los representantes de la organización de esta iniciativa, a saber: el P. Bernard
Ardura, Presidente del Comité Pontificio de Ciencias Históricas y el Profesor Philippe
Chenaux, Director del Centro de Estudios e Investigación “Concilio Vaticano II” de
la Pontificia Universidad Lateranense.
El padre Bernard Ardura, explicó que
ante la inminencia de este 50° aniversario, el Comité Pontificio de Ciencias Históricas,
en colaboración con el Centro de Estudios e Investigación sobre el Concilio Vaticano
II de la Pontificia Universidad Lateranense inició un vasto estudio en los cinco continentes
a fin de promover una “investigación original y científicamente válida”, para favorecer
una comprensión mayor del evento que marcó tan profundamente la vida de la Iglesia
en el último medio siglo.
Y añadió que si bien son numerosas y preciosas las
publicaciones de las fuentes conciliares en estas cinco décadas, todavía queda mucho
material por publicar, especialmente las relaciones de las reuniones de las diversas
comisiones conciliares que fueron oportunamente grabadas pero que aún no han sido
transcriptas.
Como afirmó el P. Ardura –siguiendo la línea indicada por el
Beato Papa Juan XXIII en su discurso de apertura del Concilio– “es necesario realizar
un minucioso estudio histórico” de todo el material que contienen los archivos para
no “convertirse en personas que –como decía el Papa– se comporten “como si no tuvieran
nada que aprender de la historia, que es maestra de vida”. De ahí que la consulta
y publicación de algunos Diarios y Memorias, así como la correspondencia de las personalidades
que participaron en esta cumbre conciliar hayan contribuido a la elaboración de la
hermenéutica del Concilio Ecuménico Vaticano II, junto al estudio de las Actas, que
fueron publicadas hace tiempo, y de los mismos documentos del Concilio, siguiendo
la “hermenéutica de la reforma en la continuidad”, indicada por el Santo Padre Benedicto
XVI como “la vía de la auténtica interpretación eclesial”.
El Presidente del
Comité Pontificio de Ciencias Históricas explicó asimismo que en este perspectiva
se han propuesto iniciar una investigación sobre los archivos privados de los Padres
conciliares, con la finalidad de identificar e inventariar los documentos que produjeron,
incluyendo los diversos apuntes que tomaban durante las reuniones de las comisiones
o las sesiones solemnes en San Pedro, para ayudarse a comprender cómo vivieron los
Padres este gran evento, cómo lo comprendieron, y cómo reaccionaron ante las diferentes
opiniones que se manifestaban en el aula conciliar.
Naturalmente, recordó,
estas fuentes privadas no gozan de un estatuto oficial, pero son de gran importancia
para entender este evento conciliar así como el desarrollo de los trabajos y la elaboración,
a veces fatigosa, de los mismos documentos conciliares.
También afirmó que
este Congreso es la primera etapa del segundo programado para el año 2015, con ocasión
de los 50 años de la conclusión del Concilio. Por tanto, este primer encuentro quiere
ser un primer paso destinado a presentar el estado de la investigación en curso y
para señalar, por ejemplo, las dificultades que se han encontrado en la investigación
de estos archivos.
Por su parte, el profesor Philippe Chenaux, explicó
que desde hace casi veinte años el Concilio se ha convertido en objeto de historia,
puesto que, desde mediados de la década de los años 80, comenzó en el Instituto de
Ciencias Religiosas de Bolonia –con la colaboración de un equipo internacional de
investigadores y estudiosos procedentes de las principales universidades católicas
europeas y americanas– un vasto proyecto de historia que condujo a la publicación
de la conocida “Historia del Concilio Vaticano II”, en cinco volúmenes traducidos,
casi simultáneamente, en inglés, francés, español, alemán, portugués y ruso.
Ahora
no se trata de escribir una “contra historia del Concilio”, sino de reanudar la investigación
histórica basándose en la mayor documentación posible y sin ideologías, evitando instrumentalizarla,
para llegar a una comprensión más equilibrada y más compartida del evento y de sus
decisiones. Porque como afirmó el Director del Centro de Estudios e Investigación
“Concilio Vaticano II” de la Pontificia Universidad Lateranense “repartir de los archivos”
es la apuesta que está en la base del gran proyecto de investigación sobre los archivos
de los padres conciliares”.