(RV).- Con la invitación del Papa a la Iglesia de Europa para que reflexione sobre
la perenne tarea de la evangelización y su renovada urgencia, del 27 al 30 de septiembre,
en la localidad de San Galo, Suiza, el Consejo de las Conferencias Episcopales de
Europa (CCEE), está desarrollando los trabajos de su Asamblea Plenaria en el marco
de la Asamblea Sinodal sobre la Nueva Evangelización. Para la ocasión Su Santidad
Benedicto XVI envió un mensaje en el que destaca que la memoria y la obra de San
Galo, presbítero y monje del siglo VI, permite mirar con fe y esperanza la gran “mies”
que constituyen los pueblos de toda Europa siguiendo las huellas del Concilio Ecuménico
Vaticano II y las enseñanzas de los Sumos Pontífices que lo han ayudado.
El
mensaje del Santo Padre fue leído en la apertura de los trabajos en la Sala de Gobierno
del Cantón suizo que toma su nombre Sankt Gallen, e invita a “retomar la lección
magistral del Siervo de Dios Pablo VI en la exhortación apostólica Evangelii Nuntiandi,
y la entrega del Beato Juan Pablo II con la carta apostólica Novo milenio ineunte,
a la luz del Magisterio y desde la perspectiva de la próxima apertura del Año de la
Fe".
El mensaje fue enviado al Presidente de la CCEE, el cardenal Péter Erdő,
a través del Secretario de Estado, el cardenal Tarcisio Bertone, invitando a la Iglesia
en Europa para que también reflexione sobre la perenne tarea de la evangelización
y su actual y renovada urgencia; pero también para que sigan la experiencia de san
Galo, cuando nos enseña que “el Mensaje cristiano es sembrado y echa sus raíces de
modo eficaz, ahí donde es vivido en modo auténtico y elocuente por una comunidad”.
En
Sankt Gallen, San Galo, Suiza se encuentra – desde 1978- la sede del Secretariado
del CCEE desde el año 1978, y es la sede de la Asamblea Plenaria para conmemorar
el 1400 aniversario de la llegada de san Gallo a esta región. Uno de los principales
misioneros y propagadores del Evangelio en Suiza es san Galo, el más famoso de los
discípulos e imitadores de san Columbano. Era originario de Irlanda y se educó en
el gran monasterio de Bangor, bajo la dirección de los santos abades Comgalo y Columbano.
La fiesta de san Galo se celebra en Irlanda y en Suiza el 16 de octubre. Su fama ha
sido superada por la del monasterio que fundó hacia el año 613 a orillas del Steinach,
en el sitio que ocupa actualmente el pueblecito de Sankt Gallen, en el cantón
suizo del mismo nombre. Sus monjes rindieron en la Edad Media incalculables servicios
a la ciencia, la literatura, la música y otras artes, y la biblioteca y el «scriptorium»
del monasterio se contaban entre los más famosos de la Europa occidental. El monasterio
fue secularizado después de la Revolución Francesa; felizmente se conserva todavía
una buena parte de la biblioteca junto a la iglesia abacial, que fue reconstruida
y es hoy la catedral de la diócesis de San Galo (RV-PLJR)