Guía para los caminos en los que Cristo nos precede
(RV).- Con el anhelo de que sea una ayuda en la misión evangélica, signo de la fraternidad
universal que Jesús vino a instaurar, en la esperanza y la caridad, Benedicto XVI
entregó con gran alegría la Exhortación apostólica postsinodal a los queridos hermanos
del Líbano y a la querida Iglesia en Oriente Medio. El Papa alentó a impulsar el compromiso
de comunión y testimonio, con un solo corazón y una sola alma, precedidos por Cristo,
aun en los caminos complejos. Tras destacar que con la entrega de este documento,
comienza su estudio y asimilación por parte de todos los protagonistas eclesiales,
para que cada uno encuentre una alegría nueva en su misión, Benedicto XVI se refirió
a los distintos aspectos humanos, doctrinales, eclesiológicos, espirituales y pastorales.
Reiterando
su deseo de que la Ecclesia in Medio Oriente sea una guía, el Santo Padre selló
esta entrega dirigiendo un llamado a la Iglesia en esta amada Tierra, única entre
todas, avanzando en fidelidad por el camino de la respuesta de la humanidad a la
Revelación de Dios.
(CdM - RV)
Texto completo de las
palabras de Benedicto XVI:
Beirut City Center Waterfront – Beirut Domingo,
16 septiembre 2012
Benedicto XVI entregó Con el anhelo de que la Exhortación
apostólica post-sinodal Ecclesia in Medio Oriente
Beatitudes, señores
cardenales, Queridos hermanos en el episcopado y en el sacerdocio, Queridos
hermanos y hermanas en Cristo.
La celebración litúrgica que acabamos de vivir
nos ha permitido agradecer al Señor el don de la Asamblea especial para Oriente Medio
del Sínodo de los Obispos, celebrada en octubre del 2010 sobre el tema: La Iglesia
católica en Oriente Medio, comunión y testimonio. «El grupo de los creyentes tenía
un solo corazón y una sola alma» (Hch 4,32). Quiero agradecer a todos los padres sinodales
su aportación. Mi reconocimiento se dirige también al Secretario general del Sínodo
de los Obispos, Mons. Eterović, por el trabajo realizado y las palabras que me ha
dirigido en vuestro nombre. Después de haber firmado la Exhortación apostólica
post-sinodal Ecclesia in Medio Oriente, tengo la alegría de entregarla a todas las
Iglesias particulares a través de vosotros, Beatitudes y obispos orientales y latinos
de Oriente Medio. Con la entrega de este documento, comienza su estudio y asimilación
por parte de todos los protagonistas eclesiales: pastores, personas consagradas y
laicos, para que cada uno encuentre una alegría nueva en proseguir su misión, animados
y fortalecidos para aplicar el mensaje de comunión y de testimonio desarrollado según
los distintos aspectos humanos, doctrinales, eclesiológicos, espirituales y pastorales
de esta Exhortación. Queridos hermanos y hermanas del Líbano y de Oriente Medio, deseo
que esta Exhortación sea una guía para avanzar por los caminos multiformes y complejos
en los que Cristo os precede. Que la comunión en la fe, la esperanza y la caridad
se fortalezcan en vuestros países y en cada comunidad para hacer creíble vuestro testimonio
del solo Santo, el Dios Uno y Trino, que se ha hecho cercano a cada persona. Querida
Iglesia en Oriente Medio, vivifica la savia original de la salvación que se ha realizado
en esta Tierra única y amada entre todas. Avanza en el seguimiento de tus padres en
la fe, que abrieron con su constancia y fidelidad el camino de la respuesta de la
humanidad a la Revelación de Dios. Encuentra en la esplendida diversidad de los santos,
que han florecido en ti, los ejemplos y los intercesores que inspiraron tu respuesta
a la llamada del Señor a caminar hacia la Jerusalén celeste, donde Dios enjugará las
lágrimas de nuestros ojos (cf. Ap 21,4). Que la comunión fraterna sea una ayuda en
la vida cotidiana y signo de la fraternidad universal que Jesús, el primogénito entre
muchos, vino a instaurar. Y así, en esta región, que vio sus obras y recogió sus palabras,
continúe resonando el Evangelio como hace 2000 años y que sea vivido hoy y siempre.