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¡Que Dios bendiga el Líbano y Oriente Medio! «No podemos resignarnos a la violencia.
Mi viaje apostólico se coloca bajo el signo de la paz, con las palabras de Cristo
"Les doy mi paz" (Juan 14:27)». Con estas palabras, Benedicto XVI recordó así – en
el Ángelus del domingo 9 de Septiembre- su eminente Viaje Apostólico al Líbano, destacando
su alegría por los intensos días – del 14 al 16 – en que encontrará al pueblo libanés,
a las autoridades y a los cristianos de esta nación y de los pueblos vecinos.
En
el Palacio Apostólico de Castel Gandolfo, abrazando idealmente también a todas las
poblaciones de Oriente Medio y conociendo sus sufrimientos, el Papa reiteró la apremiante
responsabilidad de las partes implicadas en los conflictos y violencias y de la comunidad
internacional, para promover el diálogo y la paz duradera en toda la región, tan
importante también para el mundo entero. Éstas fueron las palabras del Santo Padre
en francés:
(Audio) «Queridos peregrinos
aquí presentes, o que participan en el Ángelus a través de la radio o la televisión,
en los próximos días, voy a realizar un viaje apostólico al Líbano para firmar la
Exhortación Apostólica post-sinodal, fruto de la Asamblea Especial para Oriente Medio
del Sínodo de los Obispos, celebrado en octubre de 2010. Tendré la feliz oportunidad
de encontrar al pueblo libanés y a sus autoridades, así como a los cristianos de ese
amado país y de los países vecinos. No ignoro la situación, a menudo dramática que
viven los habitantes de esa región, desgarrada desde hace tiempo por conflictos incesantes.
Comprendo la angustia de los numerosos habitantes de Oriente Medio cotidianamente
inmersos en sufrimientos de todo tipo, que afligen tristemente, y algunas veces mortalmente,
su vida personal y familiar.
Mi preocupado pensamiento se dirige a
los que, en búsqueda de un lugar de paz, abandonan su vida familiar y profesional
y experimentan la precariedad de los exiliados. Aunque parezca difícil encontrar soluciones
a los diversos problemas que afectan a la región, no podemos resignarnos a la violencia
y a la exacerbación de las tensiones. El compromiso para impulsar el diálogo y la
reconciliación tiene que ser una prioridad para todas las partes implicadas y debe
ser sostenido por la comunidad internacional, cada vez más consciente de la importancia
que tiene para el mundo entero, una paz estable y duradera en toda la región. Mi
viaje apostólico al Líbano, y por extensión a Oriente Medio en su conjunto, se coloca
bajo el signo de la paz, en referencia a las palabras de Cristo: "Les doy mi paz"
(Juan 14:27) ¡Que Dios bendiga el Líbano y Oriente Medio! ¡Que Dios los bendiga a
todos!».
Benedicto XVI continuó recordando su viaje apostólico al Líbano
– el vigésimo cuarto de su pontificado- en la Audiencia General del miércoles 12 de
septiembre, exhortando a rogar por la paz en toda la región
(Audio) «Queridos peregrinos,
dentro de dos días, hacia esta hora, estaré volando rumbo al Líbano. Me alegra este
viaje apostólico. Me permitirá encontrar a numerosos componentes de la sociedad libanesa:
responsables civiles y religiosos, fieles católicos de diversos ritos y otros cristianos,
musulmanes y drusos de esta región. Doy gracias al Señor por esta riqueza, que sólo
podrá proseguir si vive en la paz y en la reconciliación permanente. Por ello, exhorto
a todos los cristianos de Oriente Medio, a los que nacieron allí y a los que han llegado
luego, a ser constructores de paz y agentes de reconciliación. Pidamos a Dios que
fortifique la fe de los cristianos del Líbano y de Oriente Medio, colmándolos de esperanza.
Agradezco a Dios por su presencia y aliento a la Iglesia toda a la solidaridad, con
el fin de que pueda seguir testimoniando a Cristo en esas tierras benditas y buscando
la comunión en la unidad. Rindo gracias a Dios por todas las personas y todas las
instituciones que, de múltiples maneras, ayudan en este sentido. La historia de Oriente
Medio nos enseña el papel importante y a menudo primordial jugado por las diferentes
comunidades cristianas en el diálogo interreligioso e intercultural. Pidamos a Dios
que done a esta región del mundo la paz tan anhelada, en el respeto de las legítimas
diferencias ¡Que Dios bendiga al Líbano y Medio Oriente! ¡Que Dios bendiga a todos.