La Iglesia y Europa - La perspectiva General Editorial Europeo número 1
(RV).-La Biblia describe la antigua historia de la construcción de la Torre de Babel.
Mientras los hombres estaban trabajando juntos para construir la torre, de improviso
se dieron cuenta que estaban construyendo unos contra otros. Mientras intentaban ser
como Dios, corrían el riesgo de no ser ni siquiera hombres, porque habían perdido
el elemento fundamental del ser persona humana: la capacidad de ponerse de acuerdo,
de entenderse, y de obrar juntos.
La crisis económica atenaza Europa. Las causas
no son exclusivamente europeas y exclusivamente económicas, si no que tienen diversos
orígenes, como la crisis financiera de los Estados Unidos, el desarrollo dinámico
de Asia, las graves consecuencias de la creciente desocupación, con recaídas más generales
en la falta de perspectivas para las jóvenes generaciones, una deficiente visión de
la educación conforme a las necesidades del tejido social y cultural del futuro, las
dificultades de formular una política social que apoye a la familia, la crisis demográfica
en el contexto de la creciente inmigración hacia Europa, con todas las consecuencias
culturales y sociales, los efectos a largo plazo de las ideologías y de los lobbies
– que no reflexionan sobre la comunidad, sobre el futuro de la sociedad civil – sobre
las libertades fundamentales del individuo, etc.
También el cuadro del desarrollo
es poli céntrico. Los actores y las causas, sea del subdesarrollo o del desarrollo,
son múltiples, las culpas y los méritos son diferenciados. Las ideologías simplifican
de manera artificial la realidad, mientras es necesario examinar el espesor humano
de los problemas: la cuestión social se ha convertido radicalmente en una cuestión
antropológica. La fecundación in Vitro, la investigación sobre los embriones, las
posibilidades de clonación y de hibridación del ser humano, el absolutismo de la técnica,
encuentran su expresión y crean posibles escenarios inquietantes para el futuro del
hombre, también a través de los nuevos instrumentos, que la “cultura de la muerte”
tiene a disposición.
Europa debilitada demográfica y culturalmente, enriquecida
por millones de nuevos ciudadanos que provienen de diversos continentes, culturas
y religiones, cumple pasos decisivos para el propio futuro. Ya en el año 1997, luego
del encuentro en Gniezno de los siete Presidentes de los Países europeos con Juan
Pablo II, el presidente de la República Federal Alemana, Roman Herzog, dijo: “Hoy
los cambios son muy veloces. Si dentro de 25 años Europa permanecerá como un continente
autónomo, o sólo será un apéndice de los Medios Masivos de Comunicación Estadounidenses,
o de la industria asiática, dependerá del hecho, si al momento justo, ella encuentra
el propio dinamismo, aquél que durante siglos ha heredado del cristianismo”.
Benedicto
XVI agrega: “En la situación multicultural en la cual todos nos encontramos, se observa
que una cultura europea, sólo racionalista y sin la dimensión religiosa trascendente,
no sería capaz de entrar en diálogo con las grandes culturas de la humanidad, que
todas tienen esta dimensión religiosa trascendente, que es una dimensión del ser humano.
(…) Por lo tanto, pienso que, justamente el compromiso y la misión de Europa es encontrar
este diálogo, integrar fe y racionalidad moderna, en una única visión antropológica
que completa el ser humano y de este modo hace comunicable las culturas humanas” (Conferencia
de prensa, en vuelo hacia Portugal, 11 de mayo de 2010).
En este contexto,
¿qué hace la Iglesia? Ella no tiene soluciones técnicas que ofrecer, no pretende entrometerse
en la política de los Estados, pero tiene algo que decir a favor de una sociedad a
la medida del hombre, de su dignidad, de la calidad de su desarrollo cultural y civil.
Desde
hace más de dos años, la Radio Vaticana, gracias al intercambio entre periodistas
que provienen de África, ofrece el Editorial Africano en seis lenguas y así lleva
una contribución a una reflexión más amplia sobre una situación muy compleja. Desde
hoy se agrega el Editorial Europeo, expresión de los pensamientos fundados en el Magisterio
Eclesial, y en las experiencias de los respectivos Países del Viejo Continente, vistos
en la perspectiva de la Iglesia Universal, “Romana”.
Andrzej Koprowski SJ Director
de Programas RADIO VATICANA