‘Testimonio de Cristo en Asia’: pésame del Papa por la muerte del Card. Shan
(RV).- Benedicto XVI expresa su profundo pesar por la muerte, ayer en un hospital
de Taiwán, del cardenal jesuita chino Paul Shan Kuo-hsi, obispo emérito de Kaohsiung.
El purpurado, que iba a cumplir 89 años, el próximo 3 de diciembre, estaba enfermo
de cáncer.
El Papa - en un telegrama enviado al actual obispo de Kaohsiung,
mons. Peter Liu Cheng-chung - manifestando su gratitud a Dios por el ministerio desarrollado
por el cardenal Shan, en tantos años de servicio a la Iglesia, se une a cuantos lloran
su fallecimiento, abrazando a los hermanos jesuitas y encomienda “su alma sacerdotal
a la misericordia infinita de Dios”.
El cardenal Shan, muy amado por sus fieles,
dedicó toda su vida a la reconciliación de la Iglesia en China. De él se recuerda,
en particular su profunda gratitud a Benedicto XVI, por la Carta a los católicos chinos
de 2007, invitando al perdón y a superar las incomprensiones y las divisiones entre
los creyentes, que permanecieron fieles durante las persecuciones y los creyentes
que cedieron a la debilidad. El purpurado destacó la gran vitalidad de la minoría
cristiana en Asia, sin estar atemorizada por vivir como un granito de mostaza, entre
otras religiones y en un contexto a menudo materialista y ateo. Solía citar a Juan
Pablo II, que veía en el Tercer Milenio una nueva primavera del cristianismo.
Con
el fallecimiento del Card. Shan, el Colegio Cardenalicio queda integrado ahora por
207 miembros, de los que 118 son electores, mientras que 89 han superado la edad de
ochenta años. Era el único cardenal de Taiwán. Los Cardenales de la Compañía de Jesús
son ahora 7, dos de ellos electores.