(RV) La pala se hunde en la tierra dura, para el cimiento de un hogar. Las manos firmes
son guiadas por una inteligencia brillante, solidamente formada, unida a un corazón
inmenso que es el motor de todo. A su alrededor crece el júbilo, la alegría sencilla,
la exclamación admirativa y feliz, porque los niños de la calle tendrán “El Hogar
de Cristo”. Mientras el jesuita con una sonrisa de oreja a oreja expresa para sí y
su Señor: “Contento, Señor contento”. Es criticado y calumniado. Las dificultades
son incontables y enormes, pero el amor imbatible es el del mismo Jesús.
Alberto
Hurtado Cruchaga, santo, vivió y trabajo en Chile la primera mitad del siglo XX, y
dio el puntapié inicial a la obra que hoy cobija a 27 mil personas y a la investigación
y reflexión intelectual sobre la cuestión social. “El pobre es Cristo”. Su memoria
es el 18 de agosto (jesuita Guillermo Ortiz)
Entrevista del jestuita Guillermo
Ortiz al jesuita Pablo Walker, quien trabaja en el Hogar de Cristo en Chile (Audio)