(RV).- Hoy la Iglesia celebra la memoria litúrgica de San Maximiliano Kolbe, sacerdote
franciscano polaco que murió en el campo de concentración nazi de Auschwitz para salvar
a un padre de familia. El Papa lo ha definido una "luz" que "ha alentado a otros a
darse a sí mismos" para estar cerca de los que sufren y los oprimidos.
“Vencer
el mal con bien, el odio con el amor”: es lo que nos recuerda el Evangelio de hoy
dedicado al "nuevo mandamiento" de Jesús: "Amaos los unos a los otros como yo os he
amado." Palabras que el Padre Kolbe vivió en lo profundo y hasta el final -como dice
el Papa- y que nos invitan a todos a seguir el camino del amor sin límite de nuestro
Señor. Oigamos a Benedicto XVI en la Audiencia General de 9 de agosto de 2006:(audio)
Esas palabras
de Jesús, “como yo os he amado", nos invitan y a la vez nos inquietan; son una meta
cristológica que puede parecer inalcanzable, pero al mismo tiempo, son un estímulo
que no nos permite estar satisfechos sobre lo que hemos podido realizar, sino que
nos hace permanecer en camino hacia esta meta.
El amor de Jesús pasa a través
del sí de María. Y el padre Kolbe, sacerdote mariano en su ADN, continuó dando esperanza
y consolación a todos aquellos que estaban con él en el búnker del hambre en Auschwitz,
totalmente confiado a la Madre de Dios hasta el final. Era el 14 de agosto de 1941:(audio)
"'¡Ave María!”:
fue la última oración en los labios de San Maximiliano Kolbe, mientras extendía su
brazo hacia la persona que lo mató con una inyección de ácido fénico. Es conmovedor
observar cómo el recurso humilde y confiado a la Virgen es siempre fuente de valor
y serenidad.
Así se expresó el Papa en la Audiencia General del 13 de agosto
de 2008. Los mártires -dijo- no se desalientan en hacer el bien, incluso cuando el
mal parece destruir todo:(audio)
Aparentemente,
sus vidas podrían parecer una derrota, pero precisamente en su martirio resplandece
el fulgor del amor que vence las tinieblas del egoísmo y del odio. A San Maximiliano
Kolbe le vienen atribuidas las siguientes palabras que pronunció en pleno furor de
la persecución nazi: "El odio no es una fuerza creativa: lo es sólo el amor". (ER
- RV)
"Evangeliakar ": reflexión sobre Maximiliano Kolbe, del padre
jesuita Guillermo Ortiz (audio)