Orgullo de la Santa Sede y de los Obispos de EE.UU. por la contribución de sus religiosas
(RV).- “La Santa Sede y los Obispos de los Estados Unidos de América están profundamente
orgullosos de la histórica y constante contribución de las religiosas” estadounidenses
a través de su empeño social, pastoral y espiritual, de la asistencia sanitaria y
de la educación católica, así como en muchos otros sectores donde llegan a cuantos
están marginados de la sociedad”. Lo afirmó el Arzobispo de Seattle, Mons. Peter Sartain,
en la conclusión de la Asamblea anual de la Conferencia de las superioras religiosas
de esta nación que se celebró en Saint Louis.
Mons. Sartain, encargado de
la Congregación para la Doctrina de la fe para el diálogo con esta Conferencia de
superioras religiosas, subrayó que esta institución “lleva dones únicos a sus miembros
y a la Iglesia en general”. Y añadió que “esta unicidad incluye la sensibilidad hacia
el sufrimiento” y la pobreza, tanto en América Latina como en las ciudades estadounidenses,
frente a la vida de los niños aún no nacidos y por las víctimas de la trata de seres
humanos.
El Arzobispo destacó que las religiosas han dado y siguen dando hoy
una contribución duradera para el bienestar de esta nación, razón por la cual merecen
el respeto de la Iglesia, su apoyo, agradecimiento y oraciones. De ahí que el Prelado
haya asegurado su empeño a trabajar con ellas para afrontar las cuestiones planteadas
por la Congregación para la Doctrina de la fe “en un clima de oración y de diálogo
respetuoso”. Porque como explicó, “es necesario trabajar para aclarar cualquier malentendido”,
a la vez que reafirmó su confianza en que trabajarán juntos sin comprometer la enseñanza
de la Iglesia o el importante papel de esta Conferencia.
Cabe destacar que
durante la Asamblea anual de la Conferencia de las Superioras religiosas de EE.UU.
–tal como se lee en un comunicado de prensa– entre los muchos temas de carácter social
que se trataron en el curso de los trabajos, además de la evaluación de la relación
elaborada por la Congregación para la Doctrina de la fe, se afrontaron con particular
atención cuestiones referentes a los flujos migratorios hacia esta nación, así como
la presencia de los trabajadores extranjeros y la cuestión de las reunificaciones
familiares.
Además, en la Asamblea se reafirmó la importancia de proseguir
por el camino de un diálogo franco y constructivo con los representantes encargados
de la Congregación para la Doctrina de la fe acerca de delicadas cuestiones de tipo
ético y moral. Por tanto –se lee en el comunicado final– comenzará pronto un coloquio
con el Arzobispo Peter Sartain, encargado del dicasterio vaticano; a la vez que se
subrayó la importancia de los valores que surgen del Concilio Vaticano II en materia
de teología, eclesiología y formas de vida consagrada.
En fin, la Asamblea
dirigió un llamamiento al Congreso estadounidense a fin de que se realice una reforma
global de la inmigración que tenga presente de manera prioritaria el problema de las
reunificaciones familiares y el itinerario a seguir para la adquisición de la plena
ciudadanía; a la vez que se aludió, en este ámbito, a la plaga del tráfico de seres
humanos y la necesidad de erradicarla. (María Fernanda Bernasconi – RV).