Que se detenga el derramamiento de sangre, pide Benedicto
(RV).- (con audio) Nuevo apremiante llamamiento del Papa por la paz en Siria e Irak,
a los responsables y a la comunidad internacional, para que se detenga el derramamiento
de sangre y no falte la ayuda humanitaria. Este domingo, Benedicto XVI reiteró su
preocupación ante «los trágicos y crecientes episodios de violencia en Siria, con
la triste secuencia de muertos y heridos - también entre los civiles - y un ingente
número de desplazados y de refugiados en los países limítrofes».
Después de
pedir que se garantice la necesaria asistencia humanitaria y la ayuda solidaria, el
Santo Padre - confirmando su cercanía a la población que sufre y asegurando sus oraciones
- renovó su apremiante llamamiento. Tras pedir Dios «la sabiduría del corazón, en
particular, para cuantos tienen mayores responsabilidad, para que no se escatime esfuerzo
alguno en la búsqueda de la paz, también de parte de la comunidad internacional, a
través del diálogo y la reconciliación, con el objetivo de una adecuada solución política
al conflicto”, en Siria, Benedicto XVII habló también de Irak:
«Mi pensamiento
se dirige también a la querida nación iraquí, golpeada en estos últimos días por numerosos
y graves atentados que han causado tantos muertos y heridos. Pueda este gran país
encontrar la senda de la estabilidad, de la reconciliación y de paz».
Texto
del llamamiento y voz del Papa:
«Queridos
hermanos y hermanas, Sigo con preocupación los trágicos y crecientes episodios
de violencia en Siria con la triste secuencia de muertos y heridos, también entre
los civiles, y un ingente número de desplazados y de refugiados en los países limítrofes,
por ello pido que se garantice la necesaria asistencia humanitaria y la ayuda solidaria.
Al renovar mi cercanía a la población que sufre y el recuerdo en la oración, reitero
un apremiante llamamiento para que se detenga toda violencia y derramamiento de sangre.
Pido a Dios la sabiduría del corazón, en particular, para cuantos tienen mayores responsabilidades,
para que no se escatime esfuerzo alguno en la búsqueda de la paz, también de parte
de la comunidad internacional, a través del diálogo y la reconciliación, con el objetivo
de una adecuada solución política al conflicto. Mi pensamiento se dirige también a
la querida nación iraquí, golpeada en estos últimos días por numerosos y graves atentados
que han causado tantos muertos y heridos. Pueda este gran país encontrar la senda
de la estabilidad, de la reconciliación y de paz».