Iglesia peruana sigue llamando a la Paz, el Entendimiento y la Justicia
(RV).- El Perú celebra este 28 de julio un aniversario más de su independencia. Este
año los festejos se ven opacados por diversos conflictos sociales que en los últimos
meses han agitado la vida pública nacional causando muertos, heridos e ingentes daños
materiales. La Iglesia peruana continúa manifestándose por la Paz, el Entendimiento
y la Justicia. Radio Vaticano da la voz a los Pastores. A continuación el mensaje
de mons. Miguel Cabrejos Vidarte, Arzobispo Metropolitano de Trujillo:
Busquemos
siempre el diálogo y la paz Renunciemos a la violencia
Al celebrar un año
más de la independencia nacional invito a todos a mirar a nuestro país con realismo,
esperanza y con la seguridad que en Dios, Señor de la Historia, encontraremos el camino
y la luz para construir una patria cada vez más dialogante, con menos violencia y
comprendiendo que la justicia se defiende con la razón y no con la fuerza.
Tenemos
que considerar que durante muchos años creímos que acabando con el terrorismo íbamos
a lograr la paz, que terminando con este flagelo que dejó muerte y dolor a nuestro
país se suprimirían las causas de la violencia.
Pero ahora constatamos que
la violencia social no ha terminado. La violencia que ahora vivimos y que lamentablemente
crece cada día comienza en los mismos hogares, donde han aumentado el número de feminicidios
y violaciones sexuales; en los colegios, donde se denuncian cada día más casos de
bullying; en los barrios, donde las pandillas perniciosas prácticamente han tomado
algunas zonas de nuestras ciudades; y hasta en el deporte, donde existen las temibles
barras bravas. Vemos con estupor que cada día los delitos se vuelven más violentos
y hay más armas y más muertos en las calles.
Hoy hablamos de delitos que antes
no existían como las extorsiones y los secuestros al paso; y constatamos de manera
preocupante el incremento de presos en nuestras cárceles, lo que demuestra que la
violencia social y la delincuencia común organizada están creciendo en nuestro país.
Las protestas sociales de distinta índole se vuelven más violentas, y desde las muertes
ocurridas durante el conflicto de Bagua hacia adelante, no hemos podido solucionar
los problemas de manera dialogante y pacífica.
Por otro lado, existen en el
Perú grandes necesidades y, por ende, mucha expectativa respecto al Gobierno; esperanzas
e ilusiones que el Poder Ejecutivo y Legislativo tienen el deber moral y cívico de
colmar. Pero también existe desconfianza de las instituciones del Estado y de la clase
política; por eso corresponde al Gobierno central, Gobiernos regionales provinciales
y distritales, hacer una gestión ejemplar, en donde la corrupción, la impunidad, los
intereses particulares y los objetivos partidarios dejen paso al único objetivo que
puede existir en un buen Gobierno: El bien común de todos los peruanos.
En
un país como el Perú, hay que poner las bases sólidas de un desarrollo integral sostenido
y sostenible, para fortalecer y afianzar todas nuestras instituciones democráticas.
Este progreso y desarrollo para el país se debe ver reflejado en la vida cotidiana
de todos los peruanos, con el objetivo de erradicar esta gran desigualdad social y
económica que existe todavía en nuestra patria.
El hecho de tener unos índices
económicos favorables y al mismo tiempo un descontento social nos tiene que hacer
reflexionar, por un lado, sobre la razón y el sentido de estas protestas sociales
y, por otro lado, acerca del tipo de ‘progreso’ y ‘desarrollo’ que queremos para nuestro
país.
Si vemos la realidad actual a la Luz de la Sagrada Escritura, nos damos
cuenta que la lógica de Jesús alude a la dimensión más profunda de la persona: su
dignidad. Antiguamente las personas tenían un valor relativo, según la valoración
que cada sociedad le atribuyera. Las personas tenían valoraciones diferenciadas. Por
eso Jesús plantea el principio precursor en la humanidad: el valor absoluto de cada
persona, independientemente de su ocupación, puesto o valorización social.
Desde
esta perspectiva tenemos que hacer de nuestra sociedad y de nuestros pueblos un lugar
de encuentro, de diálogo, de paz y de vida, una vida que debe ser defendida
desde su concepción hasta la muerte natural. Y eso se logra partiendo del reconocimiento
de los demás como personas dignas de ser valoradas y amadas; es decir, al igual que
Jesús, partiendo del reconocimiento de la dignidad humana de toda persona.
El
Gobierno Central y todo Gobierno regional, provincial y distrital tienen el deber
de Conocer y Escuchar a sus conciudadanos de todo nivel cultural y social para poder
tomar las decisiones adecuadas, ya que el desarrollo de un país se logra cuando su
gente se desarrolla, crece cuando sus regiones crecen, progresa cuando sus habitantes
progresan. Bien es sabido que el mayor tesoro que tiene un país es su Recurso Humano,
y ese recurso es el que debemos privilegiar en un nuevo esquema de desarrollo. La
inversión en educación, en salud, en nutrición tiene que ser vista como tal, como
‘inversión’, y no como gasto.
Que Dios nuestro Padre, Señor de la Historia
y de la Vida, les otorgue abundantes gracias y bendiciones para el éxito de sus gestiones
en bien de todo el pueblo peruano.
Finalmente, hago un llamado a buscar siempre
el diálogo y la paz, y a renunciar a toda forma de violencia, porque un ambiente de
conflictividad e inseguridad no será nunca el camino para solucionar los problemas
de nuestro país. Hoy reafirmemos el camino del entendimiento y la tolerancia por el
bien de todos los peruanos.
EN MISA Y TE DEUM VICARIO DEMANDÓ A LOS PERUANOS
"APOYAR A NUESTROS GOBERNANTES PARA SACAR ADELANTE A NUESTRO PAÍS"
Hoy, a
las 08:30 a.m. en la Basílica Catedral del Cusco, se ofició la Solemne Misa y Te Deum
por el 191 Aniversario de la Independencia Nacional del Perú, presidida por el Vicario
General de esa Arquidiócesis, Mons. Israel Condorhuamán Estrada y concelebrada por
los Sacerdotes Capellanes de la 5ta Brigada de Montaña y X Región de la PNP; Acción
de Gracias por Fiestas Patrias que contó con la participación de las principales autoridades
de la Región.
En la homilía, Mons. Israel Condorhuamán Estrada, hizo hincapié
en la necesidad de contar en el país con hombres y mujeres virtuosos, quienes con
justicia, amor al prójimo, y sobre todo laboriosidad, profesionalismo y honestidad,
saquen adelante a la patria. Recomendó con insistencia para que todos apoyen siempre
a sus gobernantes, dejando de lado las inclinaciones políticas, ya que con intransigente
oposición "solo estaremos sumiendo a nuestra Patria hacia el retroceso y el fracaso."
Para
finalizar, el Vicario General de la Arquidiócesis del Cusco, Invocó la presencia del
Espíritu Santo en el corazón y la mente de los gobernantes y autoridades, para que
sus obras sean acertadas y que el pueblo los premie con la gratitud, y así con unidad
"saquemos adelante nuestra Nación y hacer todos juntos de nuestro Perú un país próspero." (RC-RV)