2012-07-25 14:08:05

Turismo y sostenibilidad energética: propulsores del desarrollo sostenible


(RV).- El próximo 27 de septiembre se celebrará la Jornada Mundial del Turismo, promovida anualmente por la Organización Mundial del Turismo. Con este motivo el Consejo Pontificio para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes difundió ayer el Mensaje firmado por su Presidente, el Cardenal Antonio Maria Vegliò, que se publica cuando aún resuenan los ecos del VII Congreso Mundial de Pastoral del Turismo, celebrado el pasado mes de abril en Cancún, por iniciativa de este Dicasterio y con el deseo de que los trabajos y conclusiones del encuentro mexicano iluminen la acción pastoral en los próximos años”.

“La Santa Sede ha adherido a esta iniciativa desde su primera edición -se lee en el Mensaje- valorándola como una oportunidad para dialogar con el mundo civil, ofreciendo su aportación concreta, basada en el Evangelio, y considerándola también como una ocasión para sensibilizar a toda la Iglesia sobre la importancia que este sector tiene a nivel económico, social y, singularmente, en el contexto de la nueva evangelización”.

En el texto se constata que “el turismo ha crecido a un ritmo importante en las últimas décadas”. Y se afirma que “este crecimiento, que tiene ciertamente efectos positivos, puede suponer un serio impacto medioambiental, debido, entre otros factores, al consumo desmesurado de recursos energéticos, al aumento de agentes contaminantes y a la generación de residuos”, por lo que se subraya que el concepto de “desarrollo sostenible” ya está arraigado en nuestra sociedad, y el sector del turismo no puede ni debe quedarse al margen”. Sino que “toda forma y expresión del turismo ha de llegar a ser necesariamente sostenible”.

También en este ámbito, el Consejo Pontificio para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes manifiesta su deseo de ofrecer su aportación con la convicción de que “la Iglesia tiene una responsabilidad respecto a la creación y la debe hacer valer en público”. Por esta razón se reafirma el deseo de acompañar este desarrollo con “adecuadas orientaciones éticas”, que subrayen el hecho de que todo crecimiento debe estar siempre “al servicio del ser humano y del bien común”.

De hecho, el Santo Padre, en el Mensaje que dirigió al mencionado Congreso de Cancún, subrayaba la importancia de “iluminar este fenómeno con la doctrina social de la Iglesia, promoviendo una cultura del turismo ético y responsable, de modo que llegue a ser respetuoso con la dignidad de las personas y de los pueblos, accesible a todos, justo, sostenible y ecológico”.

De ahí que en este nuevo documento se precise que no es posible “separar el tema de la ecología ambiental de la preocupación por una ecología humana adecuada”, entendida como el interés por el desarrollo integral del ser humano. Asimismo se afirma que no es posible “desligar nuestra visión del hombre y de la naturaleza del vínculo que los une con su Creador”. Porque “Dios ha encomendado al ser humano la buena gestión de la creación”. De ahí la importancia, en primer lugar, de un gran esfuerzo educativo con el fin de promover “un cambio efectivo de mentalidad” que conduzca “a adoptar nuevos estilos de vida”, lo que constituye una “conversión de la mente y del corazón” que “debe permitir llegar rápidamente a un arte de vivir juntos que respete la alianza entre el hombre y la naturaleza”.

En el Mensaje se puntualiza la necesidad de “cultivar la ética de la responsabilidad y de la prudencia”, preguntándonos por el impacto y las consecuencias de nuestras acciones. Y se recuerda que Benedicto XVI afirma al respecto que el modo en que el hombre trata el ambiente influye en el modo de tratarse a a sí mismo, y viceversa. Lo que exige que la sociedad actual revise seriamente su estilo de vida que, en muchas partes del mundo, tiende al hedonismo y al consumismo, despreocupándose de los daños que de ello se derivan”.

Por último, el Consejo Pontificio para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes, recuerda que el Papa afirma que “la nueva evangelización, a la que todos estamos convocados, nos exige tener presente y aprovechar las numerosas ocasiones que el fenómeno del turismo nos ofrece para presentar a Cristo como respuesta suprema a los interrogantes del hombre de hoy”. El Mensaje para la próxima Jornada Mundial del Turismo concluye invitando a todos a promover y disfrutar del turismo de un modo respetuoso y responsable, de modo que puedan desarrollarse todas sus potencialidades, con la certeza de que “la contemplación de la belleza de la naturaleza y de los pueblos puede llevarnos al encuentro con Dios”.

(María Fernanda Bernasconi – RV).








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