(RV).- Tres gracias: La fe en Jesucristo, una nación fraterna y la unión de las familias,
fue lo que ayer en el marco de la fiesta de la patrona de Chile, el arzobispo de Santiago,
Mons. Ricardo Ezzati pidió a la Virgen del Carmen.
Ayer en el marco de la fiesta
de la patrona del Chile, la Virgen del Carmen, el Santuario Nacional de Maipú recibió
a miles de fieles y devotos de la Virgen, y si bien cada hora se celebró la Santa
Misa en honor de Nuestra Señora del Monte Carmelo, y decenas de sacerdotes confesaron
a los peregrinos, la celebración eucarística principal, a las 4 de la tarde, estuvo
presidida por monseñor Celso Morga, Secretario de la Congregación para el Clero. Con
él concelebraron el Arzobispo de Santiago, Mons. Ricardo Ezzati; el padre Jaime Ortiz,
Vicario Judicial; y el padre Galo Fernández, Vicario de la Zona Oeste de la capital.
En
su homilía, Mons. Ezzati pidió a la Patrona de Chile “tres grandes gracias” para el
país: la fe en Jesucristo porque “la Virgen, mostrándonos a Jesús en sus brazos, nos
dice que no es posible pensar en un futuro hermoso en nuestra patria sin la presencia
de su hijo Jesús”, aseguró el Arzobispo. La de una nación fraterna “en cuyo corazón
esté Dios, cuyas leyes transfiguren y hagan traslucir las bienaventuranzas del Reino,
leyes que nos permitan vivir la integridad de la fe y que promuevan constructores
de un mundo mejor”; y la tercera gracia solicitada fue la unión de las familias
“para que los niños tengan testimonios de lo bello que es vivir a semejanza de la
familia de Nazaret”. En este mismo sentido encomendó especialmente a las familias
en dificultad y a quienes padecen en su cuerpo o en su alma.
Por su parte,
el Secretario de la Congregación para el Clero, monseñor Celso Morga, agradeció a
monseñor Ezzati poniendo de relieve la necesidad de orar por los sacerdotes: . “Estoy
en la congregación para el clero acompañando y ayudando al Santo Padre en esta gran
tarea de tener sacerdotes dignos, sabios y sobre todo sacerdotes santos”, dijo. “Les
pido que en vuestra oración por vuestras familias, como nos ha dicho nuestro Arzobispo
en vuestra oración por Chile, también os acordéis de rezar por vuestros sacerdotes.
Ellos son como la semilla del Evangelio, sin sacerdotes no hay Evangelio, no hay eucaristía.
Por eso vamos a pedir a nuestra madre, la Virgen del Carmen, patrona y reina de Chile,
que proteja también a nuestros sacerdotes”. (Patricia L. Jáuregui Romero - Radio Vaticano)