(RV).-“Venimos a dar mucho cariño y apoyo a nuestro Obispo”. El Papa Benedicto XVI
impuso en el Vaticano el palio a 43 obispos, 13 de ellos iberoamericanos, que no vinieron
solos. Llegaron con decenas de amigos, familiares o fieles que querían estar ahí en
este momento tan importante en su carrera arzobispal.
Se trata de Francisco
Robles Ortega, arzobispo de Guadalajara (México); Jesús Carlos Cabrero Romero, de
San Luis de Potosí (México); Alfredo Horacio Zecca, de Tucumán (Argentina) y Mario
Alberto Molina Palma, de Los Altos-Queetzaltenango-Totonicapán (Guatemala), Ulises
Antonio Gutiérrez Reyes, arzobispo de Ciudad Bolívar (Venezuela), y Salvador Piñeiro
García Calderón, de Ayacucho (Perú), entre otros.
La plaza de San Pedro rebosaba
alegría y orgullo. Entre himnos de sus países, banderas y fotos con los protagonistas
del día, los peregrinos se sentían felices de haber estado en este acto, que es un
reconocimiento a la labor de los Arzobispos como Pastores de la Iglesia y como signo
de unidad con El Santo Padre.
Radio Vaticano ha entrevistado a muchos de
estos peregrinos, algunos de ellos amigos de la infancia llegados desde Mexico, Venezuela,
Perú, EE.UU. o incluso un grupo de filipinos acompañando a sus amigos que son padres
de uno de los Arzobispos. (Audio) Monica Zorita-RV