(RV).- Benedicto XVI ha enviado un mensaje a Mons. Józef Michalik, Presidente de
la Conferencia Episcopal Polaca con motivo del Campeonato Europeo de futbol que comienza
mañana hasta el primero de julio y que se celebrará en Polonia y Ucrania. Se trata
de un evento deportivo que involucra no sólo a atletas y aficionados, sino también
a la vida y a la sociedad de distintos países y ante el cual la Iglesia no puede permanecer
indiferente, escribe el Papa, que anima a todos, jugadores, técnicos y público a
vivir estos días en espíritu de paz y de alegría.
Benedicto XVI recuerda las
palabras de su predecesor, el beato Juan Pablo II, que decía que "el deporte es importante
para el desarrollo integral de la persona y es un elemento muy útil para la construcción
de una sociedad a medida del hombre. El sentido de fraternidad, la generosidad, la
honestidad y el respeto por el cuerpo ayudan a construir una sociedad civil donde
el antagonismo se sustituye por una competencia sana, y donde el encuentro es preferible
al conflicto".
Así entendido, explica el Pontífice, el deporte no es un fin
sino un medio, puede llegar a ser un vehículo de civilización, animando a las personas
a poner en el campo lo mejor de sí mismas y a rechazar lo que podría ser peligroso
o gravemente perjudicial para uno mismo o los otros”.
Además, los deportes
de equipo, como el futbol, señala el Santo Padre, “son una escuela importante para
educar el sentido del respeto por los demás, incluso del adversario deportivo; ayudan
al espíritu de sacrificio personal por el bien de todo el grupo; mejoran las relaciones
dentro del equipo, y hacen que se supere la lógica del individualismo y el egoísmo,
que a menudo caracteriza las relaciones humanas, para dar cabida a la lógica de la
fraternidad y el amor, la única que permite promover -a todos los niveles- el verdadero
bien común”. (ER – RV)