Con Cristo, Señor de la historia, la Iglesia está viva
(RV.- ) Aunque pueda parecer que la barca de Pedro está en poder de adversarios difíciles,
el Papa recordó que «el Señor está presente, está vivo, ha resucitado verdaderamente
y tiene en sus manos el gobierno del mundo y el corazón de los hombres». Benedicto
XVI concluyó su viaje a Milán con motivo de la clausura del VII Encuentro Mundial
de las Familias: «tres intensos días, don y experiencia de la Iglesia viva, que vive
del amor de Dios, que vive por medio de Cristo Resucitado».
Después de la
solemne clausura del VII Encuentro Mundial de las Familias, Benedicto XVI regresó
este domingo por la tarde al Vaticano, concluyendo así el intenso viaje que le llevó
a Milán, desde el pasado viernes. Antes de regresar a Roma, desde el Parque Bresso
donde había presidido la Santa Misa con la participación de más de un millón de personas,
el Papa se trasladó al Arzobispado, donde almorzó con cardenales, obispos y algunas
familias, en representación de las de todo el mundo.... Recibiendo como regalo una
preciosa copia del evangeliario ambrosiano, Benedicto XVI agradeció improvisando unas
palabras:
«Queridos amigos, me parece muy lindo que volvamos a la Palabra de
Dios, que es la clave de la vida, del pensar, del vivir: empezamos y terminamos con
la Palabra de Dios. Estamos en el clima de la vida verdadera. Quiero sencillamente
decir gracias, por todo lo que he vivido en estos días: esta experiencia de la Iglesia
viva. Si alguna vez se puede pensar que la barca de Pedro está en poder de los adversarios
difíciles, es también verdad que vemos cómo el Señor está presente, está vivo, ha
resucitado verdaderamente y tiene en sus manos el gobierno del mundo y el corazón
de los hombres. Esta experiencia de la Iglesia viva, que vive del amor de Dios, que
vive por medio de Cristo Resucitado, es – digamos – el don de estos días ¡Demos gracias
al Señor!»
Las siete familias que representaban a las familias del mundo y
que almorzaron con el Papa fueron: de Bagdad, la familia iraquí Hassib; de Kinshasa,
los esposos congoleños Botolo; de Ciudad de México, la familia mexicana Gómez Serrano;
de España, los esposos Burgos; de Australia, la familia Green; de Milán la familia
Colzani y de Filadelfia, la familia estadounidense Tumco. Precisamente, como anunció
el Santo Padre, Filadelfia será la próxima sede del VIII Encuentro Mundial de las
Familias, dentro de tres años.