(RV).- Benedicto XVI recibió este 18 de mayo al último grupo de Obispos de la Conferencia
Episcopal de Estados Unidos pertenecientes a las regiones XIV y XV que a lo largo
de los últimos meses han realizado su quinquenal visita ad Limina Apostolorum. En
su encuentro el Papa ha aludido a los acuciantes desafíos espirituales y culturales
que está enfrentando la Iglesia en aquella región del mundo, así como las iniciativas
que la ocupan en el marco de la Nueva Evangelización. Poniendo particular acento
en los aspectos pastorales hacia los inmigrantes.
El encuentro se ha desarrollado
con la participación de obispos de las iglesias orientales presentes en Estados Unidos,
motivo por el cual el Papa recordó la riqueza étnica, cultural y espiritual que caracteriza
a la Comunidad Católica estadounidense. “a lo largo de su historia la Iglesia en
América ha luchado por hacer reconocer e incorporar esta diversidad y ha logrado
su objetivo en la comunión en Cristo”. Destacó que esta comunión encuentra su origen
y modelo en el misterio de Dios.
El Santo Padre observó que a lo largo
de los encuentro con la Conferencia de Obispos de Estados Unidos se ha destacado la
insistencia por parte de ellos sobre la importancia de preservar, fomentar y promover
la unidad Católica como condición esencial para la realización de la misión de la
Iglesia en aquella nación.
Por otra parte Benedicto XVI elogió los esfuerzos
realizados para dar respuesta al actual fenómeno de inmigración en el País. La Comunidad
Católica en los Estados Unidos sigue dando, con gran generosidad, acogida a los nuevos
inmigrantes brindándoles asistencia material y cuidado pastoral, con ayudas que posibiliten
la regularización de su situación, especialmente en la reunificación de las familias.
Refiriéndose al fuerte empeño de los obispos para obtener una reforma sobre la ley
de inmigración observó que ciertamente es un tema difícil y complejo en el ámbito
civil, político, social y económico, per muy particularmente desde el punto de vista
humano.
El Santo Padre subrayó que el argumento es muy sentido por la
Iglesia que incansablemente busca de asegurar el trato justo y la defensa de la dignidad
humana de los inmigrantes. Recordó que también en nuestros días la Iglesia en Estados
Unidos está llamada a abrazar, incorporar y cultivar el rico patrimonio de fe y cultura
de los numerosos grupos de inmigrantes incluyendo a todos en general, hispanos, asiáticos,
africanos. “La tarea pastoral de fomentar la comunión de culturas dentro de las iglesias
locales debe ser de especial importancia en el ejercicio del Ministerio al servicio
de la Iglesia”, puntualizó. (Patricia L. Jáuregui Romero - Radio Vaticano)