Generoso misionero, servidor del Evangelio y de la Iglesia
(RV).- Benedicto XVI, al
conocer con tristeza la noticia del repentino fallecimiento del Padre Massimo Cenci,
subsecretario de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, participa
espiritualmente en el luto de este dicasterio, recordando la generosa aportación
de este misionero a la misión evangelizadora de la Iglesia.
Primero como misionero
en Brasil, durante varios años, y luego al servicio de la Santa Sede, destaca el telegrama
firmado por el Cardenal Secretario de Estado de Benedicto XVI y enviado, en nombre
del Papa, al Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, Card.
Fernando Filoni.
El Padre Massimo Cenci, misionero del Pontificio Instituto
para las Misiones en el Exterior, tenía 68 y falleció repentinamente, mientras dormía,
la noche del pasado viernes, coincidiendo con el día en que se cumplían 37 años de
su ordenación sacerdotal. El telegrama con las condolencias del Santo Padre asegura
sus fervientes oraciones de sufragio al Señor, por el alma del misionero fallecido,
encomendándolo a la maternal intercesión de la «Virgen Santísima Reina de las Misiones».
Con
estos sentimientos, Su Santidad invoca para el Padre Massimo Cenci el premio prometido
a los fieles servidores del Evangelio e imparte su bendición al Prefecto de la Congregación
para la Evangelización de los Pueblos, al secretario y al secretario adjunto de la
misma así como a todos los que trabajan en este dicasterio, nacido hace casi cuatrocientos
años con el nombre de Propaganda Fide.
Recordamos que la tarea específica de
la Congregación vaticana - de la que el Padre Massimo Cenci era subsecretario desde
el año 2001 - ha sido siempre la propagación de la fe en todo el mundo, con la competencia
específica de coordinar todos los esfuerzos misioneros, de dar directrices a las misiones,
de promover la formación del clero y de las jerarquías locales, de fomentar la creación
de nuevos Institutos misioneros y de proporcionar apoyo material a las actividades
misioneras. Este dicasterio representa el instrumento ordinario y exclusivo del Santo
Padre y de la Santa Sede para el ejercicio de la jurisdicción sobre todas las misiones
y la cooperación misionera.