(RV).- (Audio) La Nueva Evangelización
se debe fundar sobre la vida ordinaria de la Iglesia, lo destacó Mons. Mariano Crociata,
secretario general de la Conferencia episcopal italiana en el marco de la celebración
en Roma, del XII Congreso europeo para la catequesis promovido por el Consejo de las
Conferencias Episcopales de Europa que del 7 al 10 de mayo está congregando a obispos
y directores nacionales de oficinas y organismos responsables de la catequesis. El
tema del encuentro es “La iniciación cristiana desde la perspectiva de la nueva evangelización”.
Los
trabajos se abrieron con la presentación de los resultados de una investigación sobre
iniciación cristiana entre niños y adolescentes europeos cuyas edades oscilan entre
los 7 y 14 años de edad que arrojó datos sobre los temas principales para reflexionar,
y que comprenden el ámbito de la familia, amigos, escuela y su influencia en la iniciación
cristiana; la comunidad cristiana con sus miembros y la vida litúrgica, y la importancia
del camino personal infantil en su acercamiento a Dios. Mons Mariano Crociata subrayó
que la importancia de este Convenio europeo de catequesis radica en el mantener un
compromiso capaz de propiciar la reflexión sobre la práctica y la asimilación de la
catequesis en los diversos Países europeos en un continente que cada vez se unifica
más y cuya importancia es vital en el ámbito de la Nueva Evangelización para dar respuesta
a los cristianos que se alejan.
En este contexto se destaca el importante papel
de la familia en el camino de la iniciación cristiana de los cero a los 7 años de
edad, recordando que el dinamismo de la fe es un camino de libertad en el que también
se contempla la posibilidad de que pueda darse un alejamiento, una interrupción, del
diálogo con Dios, lo que hace decisiva la presencia de la familia en este ámbito.
Recordamos
que en la Santa Misa para la Nueva Evangelización celebrada por Benedicto XVI el 16
de octubre de 2011, el Santo Padre subrayaba que “la misión de la Iglesia, como la
de Cristo, es esencialmente hablar de Dios, hacer memoria de su soberanía, recordar
a todos, especialmente a los cristianos que han perdido su identidad, el derecho de
Dios sobre lo que le pertenece, es decir, nuestra vida”… En aquella ocasión el Papa
anunciaba la convocación al Año de la Fe, a partir del 11 de octubre de 2012, en el
50º aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II. (Patricia L. Jáuregui Romero
- Radio Vaticano)