(RV).- Las familias “no solo son el lugar privilegiado de la formación humana y cristiana,
sino que pueden llegar a ser «el primer y mejor seminario de la vocación a la vida
de consagración al Reino de Dios», haciendo descubrir, precisamente dentro de la familia,
la belleza e importancia del sacerdocio y de la vida consagrada”. Son palabras del
mensaje del Papa para la Jornada Mundial de la Oración por las Vocaciones. Oigamos
la crónica de Pilar Pérez del Yerro, que nos llega desde Madrid.(ER – RV)