(RV).- «El anuncio de la
resurrección de nuestro Señor Jesucristo es motivo de esperanza para toda la humanidad,
porque muestra que la última palabra en la existencia humana no es la muerte, sino
la vida y revela de este modo la plenitud del amor de Dios». Lo reitera Benedicto
XVI en sus felicitaciones a los líderes de la Iglesias ortodoxas y orientales, que
según el calendario juliano, celebraron la Pascua de Resurrección el pasado domingo.
El Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos hizo
público el mensaje del Papa, que cita las palabras del ángel a las mujeres, que la
mañana del día de Pascua habían ido al sepulcro, donde había sido colocado el cuerpo
de Jesús: «No teman, yo sé que ustedes buscan a Jesús, el Crucificado. No está aquí,
porque ha resucitado como lo había dicho. Vengan a ver el lugar donde estaba». (Mt
28, 5-6).
Benedicto XVI recuerda una vez más que «hoy los cristianos están
llamados a difundir este mensaje de esperanza a los hombres y a las mujeres de nuestro
tiempo» y hace hincapié en que este anuncio resonará aún más cuando podremos proclamarlo
juntos.
Con el ruego de Jesús «Que todos sean uno: como tú, Padre, estás en
mí y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros, para que el mundo crea que
tú me enviaste» (Jn 17,21), el Papa anhela que el anuncio pascual, renovado por el
común testimonio en la verdad y en el amor, pueda reforzar la fe de todos los cristianos
y renovar la esperanza, en especial en los lugares del mundo donde son víctimas de
violencias y brindar paz y consuelo a cuantos padecen debido a sufrimientos, enfermedad,
injusticia, hambre y pobreza, en este difícil tiempo nuestro.